Anabel Ruiz, miembro de la AMPA del Peña Florida Usandizaga y representante de la plataforma en favor de la jornada continua en Euskadi no daba crédito a la escasa representación que se había acercado hasta el Palacio Miramar para participar en la concentración que se había convocado en favor de la jornada contínua en la ESO. "La gente ha preferido, por lo que parece, irse a la playa", aseguró Anabel sensiblemente molesta. Sin embargo, los presentes en dicha protesta se han dejado oír durante algunos minutos al grito de 'bai, bai, bai, jarraiari bai. Ez, ez ez, zatituari es', solicitando de esta manera al ministerio de Educación del Gobierno Vasco que dé marcha atrás en su idea de de recuperar la jornada partida a partir del próximo curso 2022/2023.

"Estos dos últimos años, la jornada continua en la ESO ha funcionado fenomenal", asegura Anabel Ruiz. En su opinión, "se han reducido muchísimo los conflictos que tenían lugar en la jangela, que después se prorrogaban a lo largo de la tarde", subraya. Es más, "la convivencia en los centros educactivos ha mejorado un montón y el estrés ha descendido de una manera espectacular", confirma. Para esta miembro de la AMPA del Peña Florida, "la manera de trabajar y el ambiente emocional que hay en los centros ha ido a mejor", sostiene. Asegura que se han hecho encuestas y el 95% está a favor de dar continuidad a esta modalidad que se instauró a raíz de la pandemia. "Nos da pena que volvamos para atrás. Entendemos que cada caso debería estudiarse de manera individual. No pueden imponernos de una manera generalizada cuando en muchos centros ha habido un cambio a mejor", se sincera la portavoz de la plataforma en favor de la jornada continua. No quiso mojarse mucho al respecto, pero a la hora de exponer los motivos por los que el gobierno ha vuelto a decantarse por una jornada lectiva partida, ha dejado entrever "intereses económicos y políticos".

La reivindicación es clara: "calidad de vida y tiempo libre para nuestros adolescentes y para nosotros". En este sentido, reconoce que "nuestros hijos no necesitan cantidad de tiempo, necesitan tiempo de calidad y tiempo libre. Si tenemos adolescentes estresados, qué adultos vamos a tener en el futuro", se pregunta Anabel Ruiz, para quien se nota "muchísimo y a mejor" el cambio experimentando en los adolescentes con la jornada continua: "Todos prefieren salir a los 14.30 horas y tener tiempo para ellos, hacer lo que ellos quieran. Si tienen extraescolares, que las tengan. Si tienen que aburrirse, que se aburran. Es lo que tienen que hacer con treces años. Aburrirse, encontrar su vida, su lugar en el mundo. ¿Qué hacen hasta las cuatro de la tarde en clase", vuelve a preguntarse. Aboga por "escuchar las necesidades" de los más pequeños. "Sus necesidades son tiempo para que ellos puedan encontrarse a sí mismos", asegura visiblemente indignada.

Los padres tampoco entienden esta medida

Entre los pocos participantes en la protesta de esta mañana se encontraba Itziar Martínez, una amatxo de un niño del Peñaflorida. "Estoy a favor de la jornada continua", reconoció a este periódico. "En otras Comunidades Autónomas ya se hace desde hace tiempo y no veo por qué aquí no. Los niños están contentos, los padres también y los profesores parece que también", sostiene esta madre, a la que le parece "un paso atrás" regresar a la jornada partida. "Mi hijo llega a casa, come y va inglés o juega a fútbol o descansa o queda con los amigos", analiza. "Es mejor para nosotros , para conciliar y para los niños también, para organizarse. No le veo ningún sentido", proclama.