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Sin carnet, útiles como soporte publicitario, pero sin aparcamiento

Aunque los comercios que las usan destacan más las ventajas, no pueden utilizarse en toda la ciudad

Sin carnet, útiles como soporte publicitario, pero sin aparcamiento

- La heladería Arnoldo lleva cuatro años haciendo uso de las cargo bike. Teniendo los establecimientos "relativamente cerca unos de los otros, era una opción muy buena para hacer el reparto de los helados. Además, así no dependíamos del tráfico", explica Marta.

Además, este vehículo ofrece la posibilidad de funcionar como soporte publicitario que destaca en sus paseos por la ciudad. Otra ventaja: "En verano contratamos a mucha gente joven y sin carnet, que pueden utilizar este vehículo".

El principal problema "es el de los aparcamientos", aunque al final consiguieron que se adaptara uno en la calle Garibai, frente a la heladería.

"En general la experiencia ha sido muy positiva en nuestro caso", concluye la representante de Arnoldo.

Hawaii comenzó a usar bicicletas de carga eléctricas en 2018. "Cada vez era más difícil hacer reparto por la ciudad en las furgonetas por distintos motivos y valoramos la opción de comprar una bici de carga, que facilitaba el reparto entre distintos locales". "En nuestra empresa, además, la sostenibilidad es un valor añadido", apunta Diego Moro.

El problema, como en el caso de Arnoldo, es el aparcamiento. En ambos casos, de noche se meten en los locales pero de día hay dificultades para estacionar y, en el caso de Hawaii, "nos han denunciado más de una vez". "Cuando descargamos no sabemos si dejarla en acera o en la carretera, porque molesta. Pero tiene mucho más de positivo".

Estos vehículos, explica Ruiz en este punto, no pueden ni estacionar ni circular por la acera, al igual que las bicicletas.

En Arizmendi Pizza, de Tabakalera, el uso de las cargo bike se limitó al tiempo en el que se ofreció el servicio de entrega a domicilio, servicio este que ya no se presta.

Cuando tras el confinamiento se volvió a abrir el establecimiento, hubo que replantear cómo mantener el negocio a través del servicio a domicilio. "Siguiendo nuestra filosofía, nos decantamos por valorar esta posibilidad". Además, "todo el mundo la puede usar, sin tener carnet y aprender a manejarla es sencillo", destaca María Agirre.

En el caso de Arizmendi, el aparcamiento no ha sido un especial problema. "El problema ha sido el alcance de la bicicleta. Tuvimos que hacer un estudio sobre cuánto se tardaba en hacer la entrega y tuvimos que limitar su uso a unas zonas determinadas", señala Agirre.

Dani Ruiz dio cuenta del caso de Txita, que comenzó a utilizar las cargo bike en 2006 para el transporte de personas con los bici-taxis y en 2009 para el transporte de mercancías. Teniendo como clientes a varias empresas de reparto, operadores logísticos, Txita se encarga de "la distribución de última milla", limitando la entrada de furgonetas.

"Creemos que es el vehículo que mejor se adapta al entorno urbano, pero es cierto que no podemos llegar a toda la ciudad", explica Ruiz.

Con todas estas experiencias sobre la mesa y sabiendo que la apuesta por la sostenibilidad es casi obligada, habrá más de un comercio y negocio de la ciudad que se planteen apostar por un sistema que, además, les permite un más que evidente ahorro en combustible.