Numerosas personas se pararon ayer a contemplar el paseo de una pata azulona, acompañada de su prole, en el estanque de la plaza Ramón Labayen, antes denominada de Santa Catalina. Según informaron miembros de Eguzki, sería la cuarta vez que el mismo animal elige la céntrica plaza para colocar sus huevos. El pasado año, fueron dos patas las que fueron madres en el estanque ornamental y operarios municipales, que revisaron también ayer la situación, llevaron las familias a Cristina Enea, donde han residido desde entonces.
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