donostia - El grupo ecologista Eguzki denunció ayer que las aguas sucias que salen de los retretes públicos de Urgull no están conectadas a la red de saneamiento sino que salen directamente por una tubería que vierte en una zona de árboles, tras atravesar la muralla histórica.
La nota difundida por esta asociación, que reclama la conexión de los vertidos a la red de saneamiento, calificó la situación de “más propia del siglo XIX que de una sociedad avanzada” y añadió que es “inadmisible”. Los baños públicos a los que se refiere la denuncia se sitúan a escasos metros del antiguo polvorín, un lugar muy frecuentado en verano ya que funciona un bar al que acude numeroso público. Los clientes del establecimiento, que carece de baños, tienen que hacer uso de los retretes públicos, al igual que los paseantes.
Eguzki criticó la situación que, según dijo, “no es nueva, ni siquiera desconocida para el Ayuntamiento” y consideró que la administración local “no debería actuar así”. “Si la sanción por orinar en la vía pública es considerable, ¿cuál debería ser la sanción por verter los residuos de un urinario en pleno conjunto histórico?”, se pregunta la asociación.
Para Eguzki, el hecho de que las aguas fecales no estén conectadas a la red de saneamiento supone un incumplimiento de la propia reglamentación municipal. “Es perseguible y sancionable pero, en este caso, ¿Quién va a sancionar al Ayuntamiento de Donostia por verter directamente los orines y demás, sin ningún tipo de tratamiento?”, manifestó.
tubería Según la explicación difundida por Eguzki, hasta hace unos meses, los residuos de los wáteres bajaban a una pequeña pradera, que quedaba inundada de estas aguas sucias. Sin embargo, hace poco, para evitar la situación, han colocado una tubería bajo la citada pradera y han hecho un agujero en la muralla histórica de Urgull, de modo que los restos de los baños públicos salen directamente a un bosquete, en un punto fuera de la vista del público. Antes de llegar a este punto, recorren durante varios metros el canal situado en la orilla del camino que baja de la zona del polvorín.
La denuncia pública de Eguzki incluye un vídeo en Youtube en el que se puede contemplar el recorrido de las aguas sucias desde el exterior de los retretes hasta su salida por el agujero de la muralla, en un bosquete.