donostia - Los conflictos laborales de las trabajadoras de los servicios de ayuda a domicilio y de la limpieza de edificios municipales, servicios públicos subcontratados que se volverán a adjudicar en breve, estuvieron presentes en el Pleno ordinario de ayer. Ambos fueron objeto de sendas mociones presentadas por la oposición y una representación de la plantilla de los dos servicios estuvo presente también en el salón de plenos, al igual que miembros del colectivo de administrativos del Ayuntamiento, que reclaman una revisión de sus pluses.

Por la mañana los corporativos debatieron la moción presentada por EH Bildu e Irabazi, que solicitaba al Gobierno municipal que se esforzara en mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras de la limpieza de edificios en el próximo pliego que se aprobará en breve (han anunciado una huelga a partir del 5 de noviembre). El concejal de Hacienda, Jaime Domínguez-Macaya, anunció que se reunirá con ellas la próxima semana y adelantó que se aumentará el precio de licitación y que intentarán que esa subida repercuta en los salarios de las trabajadoras. Rechazó, sin embargo, que exista la brecha salarial que denuncia la plantilla (y que comparten Irabazi y EH Bildu) al afirmar que los encargados de la limpieza viaria, en su mayoría hombres, cobran más que ellas al margen del plus derivado de la peligrosidad de trabajar en la calle. “Trabajar a la intemperie no es comparable, no es el mismo trabajo”, afirmó Domínguez-Macaya.

Por la tarde se debatió también la situación de la plantilla de ayuda a domicilio, en huelga desde el lunes. Tres de los cuatro puntos de la moción que presentó Irabazi (excepto el que instaba a municipalizar el servicio) fueron aprobados por unanimidad. La concejala de Acción Social, Aitziber San Román, defendió que los pliegos ayudarán a lograr mejoras laborales (se puntuará más a las empresas que ofrezcan esas mejoras) y defendió la calidad del servicio y la apuesta del Consistorio por él. Lamentó, sin embargo, que han intentado mediar sin éxito entre la plantilla y la empresa que gestiona el servicio en la actualidad, Garbialdi.

Cuarteles. El pleno aprobó ayer una moción en la que se insta al Gobierno de España a negociar una reubicación de los cuarteles con el Ayuntamiento para desalojar los de Loiola. El texto aprobado era fruto de una corrección del PSE-EE a la moción original de EH Bildu que no incluía la referencia a negociar una reubicación.

Gaztetxe. El Gobierno municipal apoyó una moción del PP que instaba a desalojar el edificio ocupado en la calle Campanario y convertido en el gaztetxe Kijera. Irabazi y EH Bildu denunciaron la falta de equipamientos públicos y apostaron por hablar con sus impulsores para regular en precario o poder mantener su actividad. El PP, por su parte, acusó al Gobierno municipal de “dejadez” por no haber desocupado el edificio y lo achacó a que los ocupantes sean “de la izquierda nacionalista”. El concejal de Seguridad, Martin Ibabe, afirmó que están estudiando los mecanismos para desalojarlo.

La Bretxa. El Pleno aprobó por unanimidad el plan especial que permitirá la reforma de La Bretxa para acondicionar el ambulatorio y un espacio deportivo en el edificio Pescadería y reubicar los puestos tradicionales.

Illunbe. El Gobierno municipal anunció que intentará presentar antes de fin de año un plan de usos para el coso de Illunbe, que busca “sacarle más rendimiento”.

Sin techo. Recientemente se ha realizado un nuevo recuento que cifró en 106 las personas que duermen en la calle en la ciudad, el doble que hace varios años, y EH BIldu presentó una moción pidiendo que se estudie cómo deben adecuarse los recursos del Ayuntamiento para responder a esta situación. La concejala de Acción Social, Aitziber San Román, explicó que primero deben analizar el informe que contextualice esos datos y que trabajarán con otras instituciones en adecuar los recursos a la realidad actual, pero no solo “a partir de la fotografía de un día”.

Apuestas. Irabazi presentó una moción pidiendo que se evite el patrocinio de casas o plataformas online de apuestas en eventos deportivos que organiza Donostia Kirola y que se limite la existencia de este tipo de locales cerca de centros educativos, así como su difusión publicitaria. El teniente de alcalde Ernesto Gasco y el concejal de Deportes, Martin Ibabe, criticaron que el problema no es local y acusaron a Irabazi de no prever las consecuencias que podría tener aplicar las medidas que proponen: “¿Qué pasaría con los partidos de la Real, la pelota o las regatas?”. La portavoz de Irabazi, Amaia Martin, les acusó de reducir sus propuestas al absurdo para ridiculizarlas e insistió en que sí hay cosas que el Consistorio puede hacer en ese sentido.