El Portaaviones quedará recubierto de cerámica del catalán Antoni Cumella
El viejo depósito pesquero de 1943 está en fase de demolición interior
Carolina Alonso
donostia - El edificio del Portaaviones del muelle donostiarra, que se encuentra ya en plena fase de demolición interior para su reforma, quedará recubierto en el futuro por cerámica fabricada en la prestigiosa empresa catalana de Antoni Cumella. La compañía donostiarra Vauum y el ceramista de Barcelona han diseñado unos azulejos con relieve, de color blanco, aunque con distintas tonalidades, desde azuladas hasta rojizas, y un acabado tanto mate como brillante.
Según explica el arquitecto Tomás Valenciano, del estudio Vauum, la cerámica concebida para el edificio donostiarra “dará una aspecto de pixelado que variará según la luz”. Estas piezas se crean de modo artesanal aunque posteriormente se fabricarán de modo industrial, un proceso que aún no se ha llevado a cabo, ya que la cobertura del edificio será una de las últimas tareas de la obra, que terminará dentro de cinco meses, según los plazos previstos.
La cerámica blanca dará testimonio del pasado del edificio, aunque formará parte de la actual modernidad, y será resistente al salitre y el viento, que azotan más en las zonas costeras. “La imagen del edificio no será ajena a los materiales del puerto”, explica el arquitecto de Vauum.
La cerámica de Antoni Cumella también está presente en la acera del puente Lehendakari Agirre, así como en la cubierta del mercado de Santa Caterina de Barcelona y en el pabellón de España de la expo de Zaragoza, entre otros puntos de interés. El italiano Renzo Piano, premio Pritzker de arquitectura, es otro de los que han hecho uso de la cerámica del artesano y fabricante barcelonés.
El conocido como Portaaviones es un edificio surgido dentro del movimiento moderno, en 1943. Fue dibujado por Luis Tolosa, técnico donostiarra nacido en 1901, que carecía de título de arquitecto por lo que sus obras estaban firmadas por otros. Además de este depósito de pescadores, el proyectista es responsable del edificio de la antigua fábrica de Laborde de Andoain (actual parque Martin Ugalde), así como de distintos edificios del puerto de Pasaia, de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Trintxerpe y de las viviendas de Donibane conocidas precisamente como “de Luis Tolosa”.
El Portaaviones del puerto, en principio un muelle cubierto para el pescado, funcionó con normalidad hasta 1979, cuando sufrió un incendio. Posteriomente, en 1988, se reformó y lo que había sido una estructura abierta al exterior quedó cerrada.
La obra de transformación encargada ahora por el Gobierno Vasco a la empresa Iza Obras y Promociones tiene un coste de algo más de un millón y medio de euros. Su objetivo es rehabilitar las estructuras del edificio, dar una nueva imagen al pabellón -respetando su pasado-, crear cuatro sotos para los pesqueros que siguen atracando en el muelle donostiarra, nuevos baños públicos y oficinas de Euskal Kirol Portuak (EKP).
Aunque el proyecto de Vauum contempla dejar abierto el paso para las personas entre la zona de Portaletas y la dársena pesquera, como en los orígenes del edificio, la realidad es que el futuro de este paso dependerá de la entidad que resulte encargada por el Gobierno Vasco para gestionar el interior del reformado edificio. Entre los planes previstos por Euskal Kirol Portuak se encuentra ocupar el espacio interior con algún establecimiento hostelero, aún sin concretar, así como poner en pie un proyecto de la Organización de Productores de Pesca de Bajura (Opegui), que desea implantar un centro de investigación para el desarrollo de nuevos productos transformados a partir de especies de la costa guipuzcoana, como las antxoas, el verdel o el txitxarro.
Mientras llega la decisión sobre su futuro contenido, el Portaaviones seguirá con las obras y el vallado, que afecta al aparcamiento del muelle. Por ahora, está anulado hasta que finalicen los trabajos, una vez pasado el verano.