Sin polémicas ni opiniones contrapuestas. El de ayer fue un Pleno excepcional en fondo y forma, refrendando, por unanimidad, las Medallas al Mérito Ciudadano y el Tambor de Oro.

Las primeras las recibirán Casa Ponsol, Izan Norbera Fundazioa, Intxaurdi Kirol Elkartea, Club Gimnasia Rítmica Donosti y el doctor Paul Zubillaga mientras que el Tambor de Oro lucirá en casa del nadador paralímpico Richard Oribe, el primero elegido por votación popular.

Sobre Oribe hubo coincidencia al destacar su afán de superación que es “ejemplo” para una ciudad que, según los portavoces municipales, debe de seguir trabajando en “la inclusión”.

Lo decía Amaia Martín, de Irabazi, Oribe representa los valores “que Donostia aprecia”, y lo corroboraba Miren Albistur, del PP, al afirmar que el deportista se lleva un más que merecido Tambor de Oro “por su entrega y por ser una gran persona”.

Amaia Almirall, de EH Bildu, recordó que el Tambor de Oro de este año “pesa el doble” ya que en 2017 no se entregó, pero aseguró que Oribe “puede con eso y más”.

El portavoz socialista, Ernesto Gasco coincidió al poner el acento en la gran valía de los cinco candidatos al galardón, lista conformada, además de por Oribe, por Dolores Redondo, Alicia Amatriain, Esther Ferrer y Maialen Chorraut.

Juan Ramón Viles, del PNV, fue el encargado de cerrar el turno de intervenciones asegurando que Oribe “nos representa muy bien a los donostiarras” y es “un ejemplo de superación pero también de ilusión”. “Richard zu beti pozez, beti alai”, concluyó evocando parte de la Marcha de San Sebastián.

También hubo unanimidad al destacar el trabajo de las cinco medallas que, en palabras de Viles, son el “mejor ejemplo de la ciudad que somos y que queremos seguir siendo”. A todas les une “el nexo común del servicio a las personas”.

Entre todos los galardonados y quienes lo serán en años venideros, se construye, señalaron los portavoces, una Donostia mejor. - A.L.