Los efectos nocivos de las toallitas para las redes de saneamiento se explican de modo didáctico en Expo-retrete, una muestra que permanecerá en el Boulevard donostiarra hasta el próximo domingo, impulsada por Aguas del Añarbe y otros consorcios similares de Euskadi.

La presidenta de la entidad, Maije Zelaia, y su director, Josean Ercilla, recordaron el lema de la muestra itinerante, El retrete no es una papelera, e hicieron hincapié en que solo los excrementos así como el papel higiénico son aptos para depositarse en el inodoro. Ercilla recordó que el agua del váter tarda en Donostia hora y media en llegar a la depuradora y que, en este tiempo, no se degradan ni las toallitas de base textil ni tampoco las de celulosa, que muchas veces se publicitan como aptas para el WC.

La exposición, que se trasladará del 5 a 11 de diciembre a Garbera, destaca también que hay muchos otros elementos nocivos, que algunos arrojan por los inodoros, y que tienen efectos muy negativos para las redes de saneamiento. Los aceites de cocinar, la comida, los medicamentos, los disolventes y otros productos que se detallan en la muestra deben depositarse en sus respectivos contenedores. Los tapones provocados por las toallitas y la grasa no solo suponen fuertes gastos económicos sino que obligan a desviar las aguas sin depurar, como sucedió recientemente, y arrojarlas sucias al mar.

La exposición se enmarca dentro de la campaña No alimentes al monstruo, impulsada por el proyecto Hábitos ciudadanos y contaminantes emergentes, que desde hace un año trata de dar a conocer estos problemas. En Euskadi se vierten cada año por el inodoro 2.400 toallitas higiénicas, entre otros residuos. - N.G.