donostia - Las obras de construcción del futuro puente de Espartxo, entre Txomin y el camino de Uba, saldrán a concurso después de que la junta de gobierno del Ayuntamniento de Donostia otorgue hoy su aprobación al expediente de contratación para seleccionar la empresa adjudicataria.

Los trabajos costarán 2,8 millones de euros, IVA incluido, una suma en cuya financiación colaborará la Agencia Vasca del Agua, Ura. La obra tendrá un periodo de finalización de 14 meses y no arrancará antes de fin de año.

El diseño del nuevo puente corresponde al equipo de ingenieros Arenas y Asociados, el mismo que proyectó el gran viaducto sobre el barrio de Morlans. Los planes de trabajo prevén que el viejo puente de Espartxo no se derribe hasta que el nuevo no haya sido construido, con el fin de que las conexiones entre ambos lados del río no queden suspendidas.

La pasarela diseñada por Arenas y Asociados tendrá una única pila sobre el río, a diferencia de la actual, que tiene dos, y estará a mayor altura. En el nuevo barrio de Txomin se creará una rotonda de distribución de tráfico junto al arranque de dicha pasarela.

El puente de Espartxo, también llamado en el pasado del Sanatorio, es de los más antiguos que existen en la actualidad en el cauce del Urumea a su paso por Donostia. Data de 1912 y es superado en longevidad por el de María Cristina, que data de 1905, aunque ha sufrido distintas reparaciones, y por el de Santa Catalina, que fue de madera y pasó a ser de piedra en 1872. El de la Zurriola, de 1921, fue reconstruido asimismo hace unas décadas.

El río Urumea ha acogido en los últimos tiempos varios puentes de nueva creación, como el de Mundaiz, de 1999, el del Lehendakari Agirre (2010), situado junto al hotel Amara Plaza, y el de la Real Sociedad, que sustituyó al que se denominaba Puente de Hierro en 2010.

También es relativamente joven el del Polígono 27, llamado Lugañene, que se construyó en 1993. La nueva pasarela de El Pilar y el de Martutene son los últimos en abrirse. El puente de los Cuarteles y el de Astiñene, también llamado Sarasola, cerrado en la actualidad por las grietas aparecidas que hacen peligroso su uso, son los otros dos pasos viarios sobre el Urumea en Donostia. La pasarela peatonal Mikel Laboa completa el listado.