Desde hoy, la Guardia Municipal de Donostia presta todos sus servicios desde su nueva sede de Morlans, un edificio “de segunda mano” que, tras construirse para acoger las oficinas de la desaparecida empresa Donostigas, fue ocupado por servicios sociales del Ayuntamiento y, desde hoy, es la sede la central de todos los servicios de la policía local. Tal y como recalcó el jefe del cuerpo, Mikel Gotzon Santamaría, el edificio no es “exclusivamente policial” ya que cuenta en su parte baja con un espacio para hacer trámites municipales, como en el resto de oficinas de Udalinfo.
A pesar de ello, la sede cuenta con todos los adelantos necesarios para prestar el servicio de modo moderno y cómodo para los agentes, según destacó el concejal responsable, Martin Ibabe. La galería de tiro, inexistente hasta ahora en las instalaciones de Easo, no ha podido ser creada en el edificio de Morlans y se ha ejecutado a poca distancia, bajo la plaza Leire del mismo barrio. Un espacio de 50 metros y seis puestos permite a los policías llevar a cabo las prácticas de tiro sin necesidad de desplazarse hasta la sede de la Er-tzaintza en Arkaute.
Nuevos calabozos recién habilitados y aún sin estrenar (cinco para adultos y uno para menores) y una completa sala de control son dos de las dependencias más llamativas de la nueva sede, que fue mostrada ayer a los medios de comunicación. La sala de control es atendida en todo momento por varios agentes, que se comunican con las patrullas y atienden las llamadas de los ciudadanos. El espacio está presidido por varias pantallas de gran tamaño en las que los guardias pueden observar desde el tráfico en los distintos puntos de la ciudad a otros detalles y obtener todo tipo de datos geográficos y de interés para su trabajo.
En esta sala, además, los agentes pueden aprovechar las prestaciones de cámaras de control de última generación. Los asistentes a la visita pudieron contemplar, por ejemplo, cómo uno de estos dispositivos, instalado en Sagüés, es capaz de acercar la imagen de una persona que se encuentra junto al espigón de la Zurriola hasta percibir su rostro. El Ayuntamiento dispone de dos de estas cámaras fijas y otras dos móviles. Una de ellas ha funcionado en Semana Grande en el ferial del Paseo Nuevo y otra se instalará sobre el Aquarium para las regatas de modo que pueden contemplarlas las aglomeraciones e identificar a personas en caso de delito.
calabozos Las nuevas dependencias de la Guardia Municipal cuentan también con un amplio parking subterráneo, que evita que los vehículos tengan que aparcar a la intemperie, y ofrece un camino directo a los calabozos, lo que permite a los detenidos mantener su identidad a resguardo, algo no siempre posible en las anteriores instalaciones policiales. “Lo más importante es preservar la identidad del detenido”, declaró Santamaría.
El espacio de detención tiene su txoko para que los arrestados puedan comer un bocadillo, cuenta con aseos, sala de reconocimiento y una oficina con monitores de las cámaras que graban constantemente el interior de las celdas, lo que garantiza contar con imágenes en caso de problemas.
La nueva sede dispone también de amplias aulas de formación así como salas de ordenadores, oficina de educación vial y otras dependencias. A pesar de todas las mejoras implantadas, el cuerpo de policía local sigue sin contar con un servicio de comunicación similar al que existe en numerosas ciudades del mismo tamaño e inferior.