donostia - El Ayuntamiento de Donostia encargará próximamente la ejecución de la nueva cúpula para el Bellas Artes, siguiendo el proyecto redactado por el arquitecto Alfonso Encío, bisnieto del autor del viejo cinematógrafo, Ramón Cortázar. El concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, explicó que el proyecto está siendo visado en la actualidad por el Colegio de Arquitectos y, una vez que llegue el Ayuntamiento, la administración local encargará los trabajos para su posterior colocación. El edificio está sin cúpula desde el pasado otoño, cuando fue retirada por peligro de derrumbe.
El Consistorio ha impuesto recientemente una multa de 600 euros a la empresa Sade, propietaria del edificio, por no llevar a cabo los trabajos de mantenimiento requeridos. La sanción pretende seguir con los pasos administrativos necesarios para poder actuar de modo subsidiario, es decir, para colocar la nueva cúpula sobre el edificio y cobrársela posteriomente a la propietaria.
El nuevo elemento que encargará el Consistorio será de pizarra, como el que se colocó en origen, y contará con nervios de apariencia de piedra. Esta característica parte del inmueble incluirá también las dos cristaleras que tenía en su primer diseño ejecutado, que no fue idéntico al proyectado. El precio, aún por determinar, no será bajo, a tenor de los materiales y la exactitud que requiere su ejecución.
La Sade ha manifestado en más de una ocasión sus dudas sobre la idoneidad de colocar un elemento nuevo sobre el edificio, que considera en estado ruinoso. De hecho, el pasado mes de marzo, la Diputación anunció que llevaría a cabo el trabajo de impermeabilición de la cubierta plana del Bellas Artes, situada junto a la cúpula desmontada, tras comprobar que había filtraciones que estaban estropeando más aún la maltrecha estructura.
Como la Sade no obecedió la orden foral que le conminaba a ejecutar estos trabajos, por considerar que no le corresponden, la Diputación optó por llevarlos a cabo de modo subsidiario, igual que tiene intención de hacer el Consistorio con la cúpula. La enrevesada situación que afecta al edificio ha hecho que haya dos administraciones implicadas en evitar el deterioro de distintas partes de un mismo edificio.
Pero la propietaria sigue adelante con sus reclamaciones y, por ahora, ha presentado a las instituciones demandas por valor de 18 millones de euros. Primero solicitó 13 millones de euros al Ayuntamiento, a quien acusa de impedir que, con su protección, el edificio pueda tener una utilización rentable, y posteriormente otros cinco, al Ayuntamiento o al Gobierno Vasco por su catalogación.