El pasillo de la planta de Alcaldía del Ayuntamiento de Donostia, que acoge los despachos de los grupos políticos municipales, se hallaba en la mañana de ayer en plena efervescencia. Cajas por los suelos y ordenadores en lista de espera para cambiar de habitación se apiñaban en las esquinas mientras los técnicos informáticos ponían en marcha las herramientas que permiten reiniciar la tarea municipal.
Mientras los concejales jeltzales se encontraban con sus nuevos puestos de trabajo, en las dependencias antes ocupadas por Bildu, los nuevos corporativos de Irabazi, Amaia Martín y Loïc Alejandro, conocían su nueva oficina.
Los tres concejales del PP, por su parte, trasladaban sus enseres unos pocos metros hasta el despacho contiguo al anterior y llenaban las estanterías vacías de su nueva localización. Entre ellos, el nuevo concejal Txema Murguiondo, antes miembro de las Juntas Generales de Gipuzkoa.
Por su parte, los concejales de Bildu, que se asentarán en las antiguas dependencias del PP, no acudieron a la nueva oficina en la mañana de ayer. Algunos, sin embargo, sí se encontraban en el Ayuntamiento recogiendo enseres de los que han sido sus despachos. Entre ellos, el ex concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran.
Los socialistas, por su parte, permanecían ayer sin demasiado trabajo ya que son los únicos que no tienen que cambiarse de despacho. Más de uno mostraba su satisfacción por no tener que enfrentarse al engorroso traslado que afectaba a todos los demás.
La nueva legislatura ha comenzado con nuevas responsabilidades para algunos. Así, tras la sesión de investidura del pasado sábado, los concejales jeltzales Aitziber San Román y Martín Ibabe fueron invitados a oficiar las bodas previstas para esa misma jornada. Curiosamente, dos de ellas tuvieron lugar a la vez: una en el salón de Plenos y otra en una sala de reuniones.