Donostia. El Ayuntamiento de Donostia ordenó ayer la paralización de las obras iniciadas para ejecutar el camping de Igara. La decisión llegó después de recibir una denuncia, según informó ayer, y tras detectar movimientos de tierras sin que la obra contara aún con todos los permisos necesarios para comenzar.
La orden de paralización de los trabajos fue emitida por el concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran, que pidió el pasado viernes a la Guardia Municipal que comprobase si las sospechas de que se habían iniciado las obras eran ciertas, para lo que solicitó un informe.
El documento fue remitido en la mañana de ayer al departamento municipal de Urbanismo y confirmó lo que planteaba la denuncia. La obra se ha iniciado sin contar con los permisos de Medio Ambiente y Arquitectura, por lo que dio orden de paralizarla. Además, se ha iniciado un expediente sancionador.
Se da la circunstancia de que el colectivo Haritzalde hizo público el pasado sábado que las obras que habían comenzado para crear el camping de Igara habían arrancado sin los correspondientes permiso e informó de que había puesto la situación en conocimiento del Ayuntamiento. Según Haritzalde, los trabajos alcanzan todo el área de actuación del camping previsto y han afectado "gravemente" a un entorno clasificado como de protección por el Plan General "por presentar una vegetación autóctona en buen estado de conservación".
Haritzalde considera, además, que el Ayuntamiento de Donostia "metió la pata" cuando aprobó en Pleno, a finales de 2012, el Plan Especial que permite construir un camping en la zona anteriormente ocupada por el club de tenis y golf de Igara, cerrado cuatro años atrás. Según el colectivo naturalista, el Consistorio aprobó el plan "deprisa y corriendo" y sin contar con la opinión del Consejo Asesor de Medio Ambiente, por lo que pide la revocación del proyecto y "una sanción ejemplarizante a los promotores por haberse saltado la normativa vigente a la torera".
El proyecto para crear este camping fue considerado de "interés público" por la Diputación, lo que permite que se construya en este suelo rural. El Ayuntamiento, por su parte, también llevó adelante los trámites para posibilidad esta actuación y remitió a Lakua el proyecto. El espacio tiene 28 hectáreas y podría acoger 93 parcelas grandes y pequeñas para tiendas de campaña y roulottes.