Mucha fuerza, mucho ritmo, mucho ruido, mucha pólvora y mucho espectáculo. Los valencianos de Pirofantasía demostraron ayer lo que saben hacer y el público donostiarra supo valorarlo con el mayor aplauso de toda la semana. Empezaron tan fuerte que los primeros lanzamientos parecían ya una traca. Luego bajaron ligeramente el ritmo (solo un poco), pero mantuvieron la intensidad con colores brillantes (rosas y morados, entre otros) y una buena combinación de formas y figuras. Aunque lo mejor, como es habitual, llegó al final: los valencianos lo quemaron todo, con explosiones que se superponían y que aportaron el punto de caos y fuerza que tanto gusta en Donostia. Hasta ahora, los mejores con bastante diferencia.