Elegantes, con colores brillantes y una estética cuidada. A los fuegos de la pirotecnia francesa Intermède les faltó, quizás, algo de emoción o de sorpresa, pero supieron vestir el cielo de la bahía con gusto. Líneas entrecruzadas y rectas, explosiones moradas y plateadas, doradas y rosas salpicaron todo el espectáculo, al que le faltó algo de ritmo y fuerza para mantener la intensidad y la atención del público. A falta de sorpresas, destacaron algunas enormes palmeras y una buena traca final en la que repitieron el mismo esquema que en los lanzamientos anteriores: brillos, gusto, buena composición, orden y formas elegantes. Faltó un poco de caos. Foto: iker azurmendi
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