Donostia. Los agentes de Movilidad y policías municipales comenzaron ayer a multar a los ciclistas que no cumplen con la normativa. Tal y como anunció el concejal de Movilidad, Jon Albizu, hace varias semanas, desde ayer se hará cumplir la ordenanza en vigor desde hace seis años y se hará pagar las sanciones correspondientes a quienes las incumplan.

Así, algunos de los que ayer circularon por la ciudad sin timbre o luces en sus bicis y de quienes lo hicieron por encima de la acera fueron multados con 50 euros (22 euros si se abona antes de quince días) y varios que circulaban con los auriculares puestos con 200 euros, ya que esta, al igual que conducir una bicicleta mientras se habla por el móvil, se considera una sanción grave (en este caso con el pronto pago la cantidad se reduce hasta 97 euros).

La normativa en vigor considera que estos comportamientos reducen la seguridad tanto de ciclistas como del resto de viandantes o conductores y precisamente ha sido la seguridad el argumento utilizado por el Consistorio para decidir empezar a sancionar a los infractores.

En realidad, el anterior alcalde, Odón Elorza, ya anunció en varias ocasiones que se había ordenado a la Guardia Municipal que tramitara las denuncias correspondientes a las infracciones de los ciclistas, aunque finalmente no hubo multas generalizadas.

De todos modos, antes de sancionar algunos de los agentes se dedicaron ayer, igual que hacían hasta ahora en las campañas de concienciación previas, a avisar a los ciclistas e informarles de qué pueden o no pueden hacer cuando circulan en bicicleta por la ciudad.

Tal y como explicó Albizu, los agentes vigilarán el comportamiento de las bicis, principalmente, en cinco entornos considerados más peligrosos: el pasadizo de Egia, la avenida Zumalakarregi, la calle y el Alto de Miracruz, Herrera, la Avenida y el Boulevard.