Donostia. La plaza de Cataluña recuerda estos días a Japón. Desde la pasada semana, los cerezos que fueron plantados el pasado año, cuando se abrió el espacio tras la finalización del parking, muestra unas llamativas flores blancas, que nunca hasta el momento habían ornado este entorno.
La sorpresa de los ciudadanos que pasan por allí no es única. También en el departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento se han visto gratamente asombrados porque la plantación de estos árboles, de la especie Prunus Subirthella Autumnalis, tuvo lugar un poco más tarde de su momento ideal a causa del retraso de las obras, y el pasado año no se vieron las flores.
Pero éstas eran un objetivo del equipo de Lur Paisajistak, que había llevado a cabo el diseño del entorno urbano. Para el responsable de esta empresa, Iñigo Segurola, los cerezos de flor blanca tenían muchas posibilidades de convertir este espacio en un rinconcito nipón. Asimismo, anunció que verlos en plena floración podría "cortar la respiración".
Además de estos cerezos, sobre el césped de la plaza de Cataluña, plagado de chavales jugando al fútbol estos días, se elevan dos pinos piñoneros de copa redonda.
Aunque la plaza de Gros llama la atención por su novedad, la variedad de árbol elegida para este cuadrilátero no es la única que produce llamativas flores en la temporada presente. Muchas calles de Donostia muestra los brotes y las flores de otras especies como los prunus de la plaza de Gipuzkoa, que también lucen actualmente en todo su esplendor.
Otras variedades de prunus que se reparten por Donostia son los de la plaza Easo, que aún no han florecido, pero están a punto de hacerlo, según los entendidos.
Además de estos tipos de cerezos decorativos, en Donostia explotan de color blanco los perales ornamentales de la plaza de Bilbao y de la calle Getaria, que se adornan de unas flores blancas y prietas, más compactas que las de los cerezos.
En otras calles de la ciudad, especialmente en muchas de las peatonales, se plantaron hace unos años distintos tipos de magnolios, que producen unas flores de un llamativo color rosado y gran tamaño, que parecen haber surgido todas de repente.
Por regla general, los árboles y arbustos que alegran las calles de la capital guipuzcoana son adquiridos en el mercado internacional de la jardinería. Aunque el Ayuntamiento dispone de un vivero, que se trasladó de Ulia a Putzueta en Altza, del criadero salen principalmente las flores de temporada, que animan los jardines. Hace cuatro años, el Ayuntamiento destinaba casi 180.000 euros al año a adquirir nuevo arbolado con destino a las calles y parques.