Donostia. Basollua, la antigua sociedad de cazadores situada en lo alto del monte Ulia, empezará a funcionar como bar, restaurante y merendero a mediados del próximo mes de junio. La estructura del inmueble conserva sus características iniciales, ahora teñidas totalmente de blanco, pero el interior se ha remodelado por completo para albergar el nuevo establecimiento.
El empresario y restaurador donostiarra Gonzalo Fernández, que se hizo con la concesión de este servicio el pasado mes de febrero, regentará el negocio durante diez años, prorrogables a cinco más.
El local hostelero dispone de un comedor interior de unos 100 metros cuadrados, terrazas exteriores y acceso directo a una amplia explanada verde donde se podrá tomar el sol, leer y disfrutar de un refresco sobre una toalla, o incluso celebrar una boda con vistas al mar. Según indicó ayer Fernández, se ha pensado además en incorporar una zona de estancia con sofás, donde se servirían bebidas a los clientes.
Asimismo, explicó que el servicio se ofrecerá a diario durante el verano, una temporada que se extenderá "lo máximo posible" para llegar incluso al mes de octubre, si el tiempo lo permite. El resto del año, funcionará solo los fines de semana y los días festivos.
El mismo edificio incluirá también un espacio expositivo en uno de los cuerpos laterales, que se dedicará a la historia de Ulia y, especialmente, a sus años de esplendor.
El Consistorio concluyó en 2009 las obras de rehabilitación del viejo caserón construido en el año 1909, y que antiguamente se utilizaba para la práctica del Tiro Pichón y posteriormente para el tiro al plato.
Parque y mirador La transformación del entorno de Basollua ha combinado las actuaciones destinadas a recuperar el parque, el bosque colindante, los caminos y la torre del viejo molino, con otras intervenciones como la mejora de un amplio espacio de juegos infantiles y la creación de un nuevo mirador, desde el que se puede visualizar la ladera de Jaizkibel orientada hacia el mar, casi hasta la bocana del puerto de Pasaia.
Otro de los hitos arquitectónicos del terreno que corona el monte es el edificio que fue la casa de Radio Nacional, sobre el que se eleva su añeja antena. El inmueble, que pasó a ser propiedad del Ayuntamiento, se ha transformado en un espacio acristalado denominado ahora Centro de Interpretación de la Naturaleza, que comprenderá una exposición permanente dedicada a la fauna, la flora y los recorridos existentes en el parque.
En este bloque, distintas entidades y colectivos sociales podrán también desarrollar reuniones y actividades vinculadas a la defensa de naturaleza o a la práctica de deportes como el parapente.
A estas últimas actuaciones llevadas a cabo en Ulia se suma el albergue municipal, que fue remodelado tras el incendio que lo calcinó en 2006. El establecimiento funciona de nuevo desde el verano de 2009 con un total de 62 plazas.
Inversión El conjunto de las intervenciones ha supuesto una inversión de más de 5,5 millones de euros, según informó ayer el alcalde de la ciudad, Odón Elorza, quien visitó la zona antes de que concluyan las tareas de colocación de los equipamientos y la puesta en marcha de las distintas actividades previstas en el entorno.
Del gasto total, 2,5 millones corresponden al arreglo de los caminos, la casa de RNE, el mirador y el resto de las actuaciones de recuperación. Por su parte, la rehabilitación del edificio de Basollua ha tenido un coste de 450.000 euros, y se han destinado 2,6 millones de euros a la reconstrucción del albergue.