Donostia. Los vecinos de Herrera y Altza se manifestaron el viernes en el Boulevard bajo el lema Herrera está harta de chapuzas. Odón y equipo de gobierno dimisión, para quejarse de las obras y reformas llevadas a cabo en su barrio que, según ellos, no están siendo más que "una chapuza tras otra a modo de parches".
Los vecinos llevan un largo proceso de casi ocho años de obras que está poniendo a prueba su paciencia. Reclaman una mayor participación en el diseño de su barrio, algo que Miguel Ángel Zapirain, presidente de la Asociación de Vecinos Herripe, considera "que se les ha negado sistemáticamente". Acompañados de banderas verdes, cascos de obras, tambores y silbatos, los vecinos de Herrera se concentraron de nuevo para intentar cambiar la situación. "Nos han colado un plan interior con un vial que no es para Herrera, inundaciones sistemáticas y nuestra única plaza se ha reducido a la mínima expresión. Lo último han sido problemas con las redes fecales y el ruido que tenemos de la noche a la mañana", explicó Isa Pac, miembro de la Asociación de Vecinos Herripe.
Koldo Oliden, otro herreratarra, consideró que las obras se están llevando a cabo "con irresponsabilidad y fallos", y pidió respeto hacia el vecindario y sentido común ante una situación que les impide llevar a cabo sus vidas con normalidad. Los comercios de la zona denuncian que viven hartos de las molestias ocasionadas por el ruido y las vibraciones, mientras los habitantes del barrio ven mermada su calidad de vida. "Te juegas el cuello a diario intentando cruzar las calles y no puedes dejar a los niños solos porque es peligroso. Si ahora nos proponen volver a lo de hace diez años, te juro que firman todos los vecinos", contaba Isa García, otra vecina de Herrera.
Banderas y silbatos en mano, los vecinos insistían en que hace varios años propusieron una alternativa al vial para mejorar Herrera y que contrataron incluso arquitectos para idear un plan acorde a sus necesidades, pero no recibieron respuesta del Ayuntamiento. Asimismo, los vecinos expresaron su indignación por el voto en contra que recibieron de la concejala de Participación Ciudadana ante la propuesta para crear una comisión temporal con todos los implicados, incluidos los vecinos. "Parece que tendremos que esperar al 22 de mayo y a un cambio de gente para lograr algo de una vez", reflexionó Zapirain.
Hace tiempo que los herraratarras decidieron movilizarse para protestar por las intervenciones en su barrio y la manifestación del viernes fue un nuevo intento de cambiar la cosas: "Ya es protestar por protestar, porque con Herrera ya le vale al Ayuntamiento de meter la pata".