Se coge una guindilla, se trocea si es preciso y se atraviesa con un palillo, junto a una anchoa de conserva y una aceituna. Se presenta con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y ya está listo para comer. Hacer una gilda, el pintxo donostiarra por excelencia que tantas pasiones despierta, no es ningún misterio para los josemaritarras, pero sí para los visitantes. Por eso, talleres y recorridos de todo tipo se han agrupado en la iniciativa Marzo Gastronómico, con la que se pretende impulsar el turismo de experiencias de la capital esta primavera, con la comida como plato fuerte.

Itinerarios por la Parte Vieja para conocer su cocina en miniatura, vinos y productos más característicos; talleres de pintxos y platos típicos de la cultura vasca; catas de vinos y hasta excursiones a sidrerías, viñedos riojanos, txakolindegis, a la feria de Ordizia o a pueblos costeros guipuzcoanos. De todo: los turistas podrán conocer a fondo la cultura vasca a través de sus sabores y aromas.

La Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento donostiarra se han unido en un esfuerzo por promover el turismo de la ciudad en meses habitualmente bajos como el de marzo. Para ello, han creado una central de reservas que posibilitará a los venideros conocer mediante un solo clic toda la oferta de turismo experiencial en la capital guipuzcoana.

Las vacaciones, de ahora en adelante, les saldrán a pedir de boca a aquellos que planifiquen su estancia por medio de la web www.sansebastianreservas.com. La reserva podrá hacerse, asimismo, en la misma dirección electrónica, en www.sansebastianturismo.com o en el número de teléfono 902 443 442.

"La gastronomía lo que nos permite es un alto posicionamiento claramente diferente y singular respecto a otros destinos turísticos", explicó ayer Manu Narváez, director gerente de San Sebastián Turismo. Añadió que "cada vez son más las personas que solicitan este tipo de cosas", en referencia a las rutas de experiencias.

En cuanto al perfil de los solicitantes que reclaman este tipo de actividades, el gerente reconoció que se trata de un público joven de entre 30 y 50 años, que tanto en grupo como en pareja, "busca nuevas experiencias, nuevas cosas que, aunque redunda en algo que ya conocía, le aporta nuevos puntos de vista".