Donostia. El Ayuntamiento celebrará mañana un sorteo para decidir el orden en el que los compradores acudirán al nuevo aparcamiento de la plaza Cataluña a elegir su parking. El sorteo se llevará a cabo de manera pública en salón de plenos del Consistorio donostiarra, a las 12.00 horas.

Las obras que desde hace dos años se llevan a cabo en la plaza Cataluña y sus alrededores están a punto de finalizar. Tras ellas, serán 931 las rayas de garaje que acogerá el estacionamiento subterráneo de cuatro plantas, 477 de las cuales estarán destinadas a vecinos de la zona.

En otras ocasiones, la adjudicación de las plazas venía estrechamente dictaminada por la cercanía del lugar de residencia de los interesados al parking en cuestión, un método que no pocas veces había despertado quejas entre los opositores. Por eso, en esta ocasión, el Ayuntamiento de Donostia ha decidido cambiar de modus operandi: a cada uno de los demandantes le será asignado un número por sorteo, que decidirá el orden para elegir su plaza.

El de mañana será un acto al que cualquier interesado tendrá permitido asistir. La entrada al salón de plenos se efectuará desde la calle Igentea, no por la terraza de Alderdi Eder. El acto definirá el orden en el que los adjudicatarios elegirán su plaza.

Dicha selección tendrá lugar el próximo mes de mayo en el propio parking, para evitar, así, las diferencias existentes entre el espacio mostrado en los planos y el real que tantos resquemores ha suscitado en anteriores entregas. Lo mismo ocurrirá posteriormente en el aparcamiento de Cervantes. La elección de la raya la harán personalmente los interesados siguiendo el orden dictado por un previo sorteo.

Con medidas como ésta el Ayuntamiento quiere acallar las quejas que en los últimos tiempos rodeaban el reparto de los garajes. Aunque éstas no han sido las únicas reclamaciones. Precisamente, en referencia al estacionamiento subterráneo de Gros, el PP de Donostia denunció recientemente que el Consistorio había exigido el 70% del coste del parking en un primer pago (alrededor de 22.000 euros), en lugar del 40%, que era lo estipulado. El Ayuntamiento explicó que el pago se había retrasado en el tiempo, de ahí que decidiera aumentar el importe.