La remodelación de las glorietas de Ibaeta y Zapatari (la que permite acceder a la A-8 desde el final de la avenida de Zarautz), que busca reordenar y aligerar la entrada a Donostia por El Antiguo, ha creado algunos quebraderos de cabeza a los conductores en las últimas semanas. Tras varios meses de obras durante el verano (la densidad del tráfico es menor), con la llegada de septiembre volvieron miles de conductores y, también, una nueva ordenación a la que acostumbrarse.

En torno a 40.000 vehículos utilizan cada día el acceso a Donostia por Ondarreta, para entrar en la ciudad pero, también, para llegar al campus de Ibaeta de la UPV y a los polígonos empresariales de Igara y Zuatzu. Muchos de ellos se concentran a la hora punta, entre las 8.00 y las 9.00 horas, provocando atascos importantes. La remodelación de las rotondas intentaba minimizarlos: ahora, en la glorieta de Ibaeta los vehículos que se dirigen a Igara no interrumpen la circulación de los que siguen por la avenida de Tolosa como sucedía anteriormente.

Tras las obras, la entrada a esta rotonda desde el Infierno cuenta con cuatro carriles: los dos interiores son para completar la vuelta y acceder a Igara, y se encuentran con un semáforo para no interrumpir al tráfico de salida de la ciudad (que atraviesa la glorieta como hasta ahora). Los dos carriles exteriores, a su vez, tras completar media rotonda continúan sin semáforos por la avenida de Tolosa en dirección a Ondarreta. Una raya doble impide, ya en la rotonda, cruzar de los carriles interiores a los exteriores y viceversa, de manera que los vehículos deben decidir antes de entrar en la glorieta si se dirigen a Igara (para continuar por los carriles de la izquierda) u Ondarreta (para pasar a los de la derecha).

confusión

Línea continua

Los primeros días de funcionamiento de la reformada rotonda muchos vehículos, aún despistados, se veían obligados a atravesar esa línea en un sentido o en otro. Por ejemplo, los que llegaban desde la autopista (procedentes de Irun) que, tras atravesar por debajo la glorieta de Errotaburu, continuaban recto por sus dos carriles sin saber que si querían seguir por la avenida de Tolosa debían desplazarse a la derecha, ya que de lo contrario sus carriles les dirigían hasta Igara.

La doble línea continua de la rotonda impide, asimismo, que se sumen a ella más vehículos procedentes de la avenida de Zarautz que, hasta el momento, podían acceder a la glorieta y tomar cualquier dirección. Ahora sólo pueden incorporarse a los carriles exteriores, es decir, los que continúan en sentido a Ondarreta. Los primeros días, sin embargo, seguía habiendo coches que, procedentes de ese punto, necesitaban recorrer la glorieta para acceder a Igara o salir de la ciudad, para lo que atravesaban la doble raya continua.

Estas situaciones, en hora punta, provocaron algunas complicaciones, frenazos y bocinazos los primeros días de septiembre, aunque parece que en las últimas jornadas la situación se ha normalizado. La mayoría de los vehículos repiten la misma ruta a diario, por lo que han ido asimilando la nueva ordenación.

Además de la de Ibaeta, la glorieta de Zapatari también ha ganado un carril para facilitar el acceso a la ciudad de los vehículos que llegan por la autopista, en este caso, procedentes de Zarautz.

tercera intervención

Nuevo acceso a Zuatzu

La tercera intervención para agilizar el tráfico de entrada y salida de la ciudad en este punto es el acceso directo que se está construyendo desde el polígono empresarial de Zua-tzu hasta la A-8. Una vez completado, evitará que centenares de vehículos que trabajan en el parque tengan que llegar a entrar en la ciudad. Ahora esos coches se suman al resto de usuarios de la glorieta de Zapatari y, también, a los de la rotonda de Errotaburu. Con el nuevo acceso saldrán de la autopista directamente en el polígono empresarial.