Donostia. La asociación naturalista Haritzalde alerta de los "destrozos" que se están llevando a cabo en la ribera del Urumea como consecuencia de las obras del encauzamiento del río. Una de las consecuencias más graves es, según informa la asociación, la eliminación de 400 metros de bosque de ribera entre el frontón de Loiola y las instalaciones del club de remo Ur-Kirolak, donde se han talado 118 árboles.

Tal y como informó a través de un comunicado uno de los portavoces de Haritzalde, Joseba Gurutz de Vicente, "esta vegetación es importante para reducir los procesos erosivos de la orilla, aminorar el riesgo de inundaciones, ofrecer refugio a la fauna acuática y terrestre y formar parte del patrimonio natural y colectivo de la ciudadanía".

A principios del presente mes el gobierno municipal hizo público el fotomontaje del nuevo bidegorri que se construirá a orillas del Urumea. Pero, según afirma la asociación, esa imagen no coincide con la realidad, ya que en la fotografía aparecía todo el arbolado que ha sido eliminado. "Desde el gobierno aseguran tener todos los permisos del Ministerio de Medio Ambiente, pero, ¿y qué? Esta institución se ha dedicado a otorgar permisos para destruir las orillas y marismas del río", afirma el portavoz, que critica que se han talado decenas de miles de árboles y en su lugar aparecen viviendas a precios imposibles".