A la hora de hablar de la carrera de Aimar Olaizola en la pelota mano profesional, sobresale un nombre: Juan Martínez de Irujo. Sus 13 txapelas hablar por sí solas: 5 Manomanistas, 5 Parejas y 3 Cuatro y Medio. Una menos que Olaizola II. Su mayor competidor. Los dos navarros han marcado una rivalidad histórica. O eras de Irujo o de Aimar. "Los mayores beneficiados éramos él y yo. La rivalidad que existía se respiraba por todas las esquinas", admite el expelotari de Ibero.

Irujo se felicita porque ese competividad les hizo mejores pelotaris: "He tenido la suerte de disfrutar de él, de sufrirlo. Nos hemos hecho buenos el uno al otro y siempre nos hemos tenido que exprimir y entrenar al cien por cien para poder ganar el uno al otro, porque los partidos se decidían por detalles".

Para el campeón de Ibero, la pelota ha sido la gran benefeciada. "Ser el centro de atención de esa salsilla que había servía, pero también para la pelota. Esa rivalidad sana hizo que mucha gente fuera al frontón. Había salsa, que es lo importante para un deporte así", reconoce Irujo. Su retirada fue completamente distinta, obligada por un problema cardíaco: "Me da envidia. Se retira con 42 años y así, quién hubiera podido", reconoce.

El de Ibero define a Olaizola II como "un pelotari muy completo. La nota más baja que le puedes poner, quizás, es un notable. Y muchos sobresalientes. Si no, no hubiera estado tantos años en la pelota ni hubiese ganado tantos títulos. Eso está claro. Como persona, con un buen saber estar. Siempre cordial. Con su saber perder y su saber ganar".

La nostalgia de esos duelos será irrepetible. Es fundamental que salgan figuras así para enganchar a los aficionados. "Ojalá salga así una rivalidad entre los pelotaris jóvenes. Eso hace que la gente vuelva a meterse. Desde que retiré, en mi entorno están más desconectados de la pelota".

De todos los recuerdos, Irujo se queda con la "buena armonía" que había entre los dos. "Nos preparábamos juntos en el mismo vestuario y nos duchábamos juntos en el mismo sitio. Me quedo con eso: con lo bien que me llevaba con él y también con todo lo que he sufrido", rememora.