donostia - La quinta jornada de competición elevó la temperatura emocional en el Melbourne Park y dejó un día para la historia en el Abierto de Australia, lleno de sorpresas y sentimientos a flor de piel. Lo más destacado fue la derrota de Caroline Wozniacki ante la tunecina Ons Jabeur (7-5, 3-6 y 7-5) en el que fue el último partido de la carrera de la danesa, como ya había anunciado. La tenista de Odense, muy querida en el circuito, fue despedida con todos los honores de un torneo que ganó hace solo tres años. Pero su mente ya está en otras cosas y, además, en los últimos años de su carrera ha tenido que lidiar con un principio de artrosis. "No quería que este fuera mi último partido, quería seguir ahí luchando. Luché como si mi vida dependiera de ello. Así de sencillo. Creo que lo de hoy ha sido un fiel reflejo de mi carrera", resumió Caroline Wozniacki.

Para añadirle más drama al asunto, la china Qiang Wang eliminó por 6-4, 6-7 y 7-5 a Serena Williams, que tendrá que seguir esperando para igualar los 24 Grand Slams de Margaret Court. "No he jugado como una profesional, esto no puede repetirse", se censuró la de Florida. Esto evita, además, un duelo en octavos de final entre Wozniacki y Serena, íntimas amigas que esperaban haber vivido un momento inolvidable.

El cuadro femenino fue sacudido también por Cori Gauff, que eliminó a Naomi Osaka, la campeona defensora, sin mucho sufrimiento: 6-3 y 6-4. La estadounidense de 15 años sigue elevando su techo y su futuro se adivina extraordinario, incluso en este mismo torneo. Ashleigh Barty, la número 1 del mundo, y Petra Kvitova, finalista el año pasado, siguen avanzando sin hacer ruido y se presentan como grandes favoritas en este lado del cuadro.

federer sufre Entre los hombres, toda la tensión quedó para el final del día, ya que Roger Federer necesitó cinco sets para dejar fuera al australiano John Millman. El de Basilea estuvo lejos de su mejor nivel, cometió muchos errores, sobre todo con su derecha, pero cuando estaba a dos puntos de la derrota en el tie-break a diez puntos, aprovechó el miedo de su rival para sumar los últimos seis tantos de partido y salir indemne. "La experiencia ayuda a mantenerte calmado cuando pierdes el primer y cuarto set o cuando vas break abajo en el quinto y la experiencia te dice que todavía queda mucho", explicó el suizo. Para Federer, no fue una victoria cualquiera. Fue la 100 en Australia, lo que le convierte en el único tenista que ha llegado al centenar de triunfos en dos Grand Slams diferentes tras hacerlo en Wimbledon.

Además, la jornada vio una suerte de resurrección de Milos Raonic y Marin Cilic, dos jugadores veteranos que quizás ya han pasado sus mejores momentos, pero que aún pueden dar guerra. El canadiense, con un servicio poderoso, se impuso a Stefanos Tsitsipas, semifinalista el año pasado y otro joven que desfila en Melbourne ante la exigencia de un torneo grande. Por su parte, el croata, que ni siquiera era cabeza de serie, venció a Roberto Bautista en cinco sets y se tomó la revancha de la derrota del año pasado ante el castellonense en la misma distancia. Es la primera derrota del año para Bautista, que saldrá con ello del Top 10 mundial.

Por otro lado, Lara Arruabarrena y su compañera Ons Jabeur lograron avanzar hasta la segunda ronda del torneo de dobles tras vencer a Samantha Stosur y Ellen Perez (4-6, 6-1 y 5-7). La tolosarra y la tunecina volvieron a jugar esta pasada madrugada ante Renata Voracova y Bernarda Pera. - Roberto Calvo