ESPAÑA Pérez de Vargas; Solé (3), Raúl Entrerríos (2), Alex Dujshebaev (7), Morros, Cañellas (3) y Ariño (2) -equipo inicial- Corrales, Maqueda (4), Ángel Fernández (2), Sarmiento (2), Aginagalde (1), Figueras (2), Aleix Gómez (4, 1p), Gedeón Guardiola y Dani Dujshebaev (1).

ALEMANIA Wolff; Reichmann (2p), Häfner (3), Drux (1), Böhm (3), Gensheimer (4, 2p) y Pekeler (5) -equipo inicial- Bitter (ps), Wiencek, Weber (2), Michalczik, Kühn (2), Kohlbacher (2), Kastering (2), Schmidt y Zieker.

Marcador cada cinco minutos 1-0, 6-2, 10-4, 10-8, 12-9 y 14-11 (Descanso) 17-13, 20-16, 25-18, 28-19, 31-22 y 33-26 (Final).

Árbitros Brunner y Salah (SUI). Exclueyeron por dos minutos a Maqueda (2), Aginagalde y Ariño por España; y a Wiencek (2), Drux y Kastering por Alemania.

Pabellón Spektrum de Trondheim, Noruega, ante 6.558 espectadores.

Trondheim (Noruega) - La selección española de balonmano, con el irundarra Julen Aginagalde en sus filas, se allanó el camino a las semifinales del Europeo tras imponerse ayer por un contundente 33-26 a Alemania, en un encuentro en el que los Hispanos exhibieron los inagotables recursos que poseen tanto en defensa como en ataque. Un partido trascendente que pareció maniatar de inicio a los jugadores de ambos equipos que se mostraron especialmente erráticos.

El conjunto alemán, cuando no se estrelló con la defensa española, lo hizo con el portero Gonzalo Pérez de Vargas, que detuvo hasta siete balones en la primera parte, lo que permitió a España tener una renta de seis goles (10-4) al ecuador del primer tiempo. Alemania pasó a una defensa 5-1 y el conjunto español encadenó un par de exclusiones y los germanos se reengancharan (10-9). Pero España volvió a pegar otro estirón (14-10). Diferencia que no fue a más por la irrupción de Bitter, que mantuvo a los alemanes (14-11) al descanso.

Un Bitter que curiosamente no compareció de inicio en la segunda mitad, sustituido por un Wolff que no pudo atajar ninguno de los cuatro primeros lanzamientos del conjunto de Jordi Ribera, que volvió a adquirir una cómoda ventaja (18-13) que amplió con lo constantes cambios de defensa que acabaron por hacer naufragar a Alemania. Cuando los germanos parecían haber encontrado la fórmula para atacar el 5-1, España apostó por el clásico 6-0. Pero cuando este comenzó a flaquear, los Hispanos volvieron a cambiar a una defensa avanzada, que acabó por impulsar al conjunto español (26-18)

Una variedad de recursos total que permitió a España alcanzar una máxima renta de diez tantos (29-19) a nueve minutos para el final, con la que ya se dio por cerrado un duelo que acabó con 33-26. - Efe