upongo que a estas alturas lo tendrán claro, ¿no? El próximo ganador del Tour de Francia compite en nuestras carreteras esta semana. Yo ya lo estoy visualizando. Julio. París. Campos Elíseos. Y sube al podio, vestido de amarillo, el primer noruego de la historia capaz de conquistar la Grande Boucle. Con solo 24 años, luciendo publicidad del mítico Crédit Lyonnais y de su equipo, el Jumbo Visma, levanta los brazos victorioso Tobias Foss. ¡Grande!

Foss corre la Itzulia y el lunes fue cuarto en la crono de Bilbao. Ahora apunta a pasar más desapercibido, estando como está al servicio de Roglic e incluso de Vingeggard. Pero mi vaticinio amarillo no se basa en lo que vaya a demostrar esta semana en Euskadi, sino, simplemente, en la frialdad de las estadísticas. Dice la serie reciente que quien gana el Tour del Porvenir se lleva el Tour dos años después. Pregunten si no a Egan Bernal (2017 y 2019) y a Tadej Pogacar (2018 y 2020). Así que ahora le tocaría a Foss, quien en 2019 consiguió vencer la considerada prueba por etapas más prestigiosa del calendario sub-23 mundial.

¡Ojo! Hablamos también de una carrera suspendida la temporada pasada por culpa de la pandemia. Así que quién sabe€ Quizás la decimocuarta ola del coronavirus nos deje sin la grande francesa el año que viene. Yo no lo creo. Porque soy optimista por naturaleza y porque mucho me temo que el amigo Tobias se encargará él solito en julio de echar por tierra esta cábala: tiene toda la pinta de que ni siquiera entrará en la alineación de su equipo.

Es un buen ciclista. Me habría gustado verle hasta el final en el pasado Giro. La víspera de que su equipo dejara la carrera por el positivo en covid de Kruijkswijk, acreditó nivel en un final en alto, igual que, supongo, haría en el Porvenir de 2019. Lo siento, de aquella prueba puedo hablar menos, porque seguí con más interés la pelea por la montaña que la de la general. Y esa alegría que me llevé. El maillot de lunares fue para Jon Agirre, un chaval de Zumaia, buen escalador, que también ha pasado a profesional y compite en la Itzulia defendiendo los colores del Kern Pharma. No se merece el calvario de caídas y problemas físicos que viene sufriendo durante el último año. Sirva la carrera de casa para que les dé la vuelta definitivamente. Eutsi!