No cabía pensar en otra cosa. El líder invicto Barça pasó por Artaleku como un ciclón y se llevó los puntos después de conseguir una amplia victoria. Si el partido en sí ya era muy complicado, las ausencias de dos baluartes en la defensa local (Matheus y Racotea) dificultaba mucho más las cosas frente a un equipo de mayor envergadura y máximo goleador del campeonato. El técnico visitante no se dejó nada en casa y presentó lo mejor de su plantilla en un pabellón que no sintió el calor de la afición, mucho más dispuesta a apoyar a su equipo en partidos de este estilo. El equipo lo está pagando con creces.

Al encuentro, por tanto, le faltó el aroma de las grandes tardes, en este caso mediodía, en las que se siente la presión del respetable que a su manera hubiera competido también en el fragor del combate entre los dos primeros de la clasificación. Más allá del resultado final, de los diez goles de diferencia, faltó la sal y la pimienta. No había partido antes de empezar y eso se tradujo en sesenta minutos bastante descafeinados. Al Bidasoa le costó mucho concentrarse. Hubo rachas en las que se perdió en ataque. Su entrenador agotó los tres tiempos muertos reglamentarios, por uno solo de Xavi Pascual. Cuétara trató de que su equipo jugara el mejor ataque posible, que perdiera menos balones y que explotara sus virtudes. Lo hizo a tramos. El encuentro se resolvió pronto. El Barça puso la velocidad de crucero, encendió el turbo y llegó hasta el final, eso sí, sin alcanzar su habitual cuarentena de goles a favor.

En la portería Moller paró demasiados balones en las terminaciones locales. Por delante de él, el 6-0 habitual profundo, con salidas a nueve metros, apretando al rival y ahogándole hasta forzar las pérdidas que le permitieran contraatacar. Fiel a su estilo, movió poco el balón. Lo hizo todo a velocidad de vértigo y exigió mucho esfuerzo al Bidasoa que trató con sus armas de mantenerse con dignidad en el encuentro, sin bajar los brazos, ni dejándose llevar por la holgura del tanteo. El Barça disparó a puerta en cuarenta y ocho ocasiones, por cuarenta de los guipuzcoanos, dato que permite colegir el número de perdidas locales o recuperaciones visitantes. Llegar al descanso con una ventaja de ocho goles, certificaba el triunfo blaugrana mucho antes del pitido final. El conjunto guipuzcoano no disponía de recursos para intentar la heroica.

En ese panorama, el Bidasoa realizó su partido. Sierra defendió la portería al principio y Xoan Ledo, en el segundo periodo. Con los medios que disponía, eligió a tramos una preponderancia de diestros, o notable presencia de zurdos según los casos, cambiando de posiciones y protagonistas tanto en la dirección del juego como en los flancos. Conocida la diferencia de envergadura, los lanzadores exteriores encontraron pocas fisuras, por lo que a los goles de Azkue, Bartok, de la Salud y Salinas debe dárseles su mérito. Se trataba de jugar con la máxima calma posible y buscando los largos ataques para concluir jugadas en los seis metros. Desde esa línea entraron dieciséis de los veintisiete goles locales, además de las que detuvo Moller (35% de efectividad bajo palos). El equipo siguió entero hasta el final y concluyó la contienda con un parcial de 3-0 que pone de manifiesto la buena actitud del plantel irundarra.

Concluye con este encuentro la primera vuelta para los dos equipos. El Barça llegó a Artaleku para realizar algo así como el último ensayo general antes de afrontar la semifinal de Champions ante el Paris St. Germain la próxima semana. El Bidasoa se ha ganado a pulso las vacaciones, aunque en los casos de Xoan Ledo, Kauldi, Azkue, Rodrigo Salinas, Bonanno, Matheus…, los días de descanso deberán esperar porque han sido convocados por distintos seleccionadores para afrontar compromisos internacionales. Concluye el primer tramo de la liga en segunda posición, con el billete en la mano para disputar Copa Asobal y Copa del Rey. Llega fundido y deberá recuperar las fuerzas perdidas, porque cuando todo se reanude, cada encuentro será decisivo para mantener la posición de privilegio en la que se ubica.

Ficha técnica27- Bidasoa Irun

(12+15): Sierra; Crowley (2), Kauldi Odriozola (5), Julen Aginagalde (1), Rodrigo Salinas (1), Sergio de la Salud (3), Jon Azkue (4) -equipo inicial- X.Ledo (ps), Cavero (2), Zabala (3), Iker Serrano (3, 1p), Bartok (3, 1p), Tesoriere, Bonanno, Urruzola y Gorka Nieto.

37 - Barça (20+17): Moller; Sorhaindo (1), Ariño (4), Aleix Gómez (8, 4 de p), Thiagus Petrus, Dika Mem (3), Palmarsson (2) -equipo inicial- Pérez de Vargas (ps), Entrerrios (2), Janc (1), N’Guessan (5), Cindric (4), Aleix Pascual (2), Makuc, Fábregas (3) y Luis Frade (2)

Árbitros: Álvarez Mata (Comité vasco) y Bustamante López (Comité navarro). Exclusiones de J. Aginagalde, Bonanno y Tesoriere, por los irundarras; Sorhaindo, Dika Mem y Frade, por los catalanes.

Marcador cada cinco minutos: 2-3, 3-7, 4-10, 7-14, 10-16, 12-20 (descanso); 14-24, 18-29, 20-32, 22-33, 24-36, 27-37.

Incidencias: Polideportivo Artaleku, sin presencia de aficionados en las gradas. El Bidasoa vistió completamente de rosa, por solidaridad con la AECC de Gipuzkoa y con el objetivo de recaudar fondos para la lucha contra el cáncer de mama.