Barcelona33

Bidasoa-Irun25

BARCELONA Pérez de Vargas; Entrerrios (1), N'Guessan (4), Aleix Gómez (4, 2p), Dika Mem (5), Pascual (2) Fábregas (3) -siete inicial- Moller (p), Victor Tomás (5), Abel Serdio (3), Sorhaindo (3), Andersson (1), Aitor Ariño, Dolenec, Thiagus Petrus y Palmarsson (2).

BIDASOA-IRUN Rangel Luan; Crowley (1), Kauldi Odriozola (7), Iker Serrano (2), R. Salinas (6, 1p), Tesoriere, Matheus -siete inicial- Xoan Ledo (1), Cavero, E. Salinas (1), Sergio de la Salud (1), Leo Renaud (2), Bartók (3), Seri, Martin Santano y Gorka Nieto (1).

Parciales 3-1, 7-4, 10-7, 14-10, 17-14, 17-17 (descanso), 19-18, 22-19, 25-19, 28-20, 30-23, 33-25.

Árbitros García Mosquera y Rodríguez Rodríguez. Exclusiones de Thiagus Petrus y Sorhaindo; y de Matheus y Kauldi.

Incidencias Palau Blaugrana, ante unos 1.200 espectadores.

El Barça derrotó al Bidasoa en el partido del Palau (33-25) después de una hora en la que los catalanes confirmaron la superioridad esperada. Sin embargo, sobre todo en el primer tiempo, los irundarras se mantuvieron enteros, dando la cara y progresando respecto al partido anterior ante el Ademar. No es mala noticia si tenemos en cuenta las ausencias que le afectan.

A nadie puede sorprender la derrota. Ni en igualdad de condiciones, con las plantillas al completo, la posibilidad de dar un golpe de mano en la mesa es harto complicada. Qué decir cuando los amarillos acuden al Palau afectados por las bajas de Paco Barthe (larga duración), Mikel Zabala (una incógnita a esta hora) y Jon Azkue, que se trata de poner al día cuanto antes para ver si llega a tiempo de disputar la competición europea que está a la vuelta de la esquina.

El Bidasoa disponía de una oportunidad de coger ritmo ante un rival superior. No la desaprovechó. No estaba tanto en la pelea por la victoria, sino por encontrarse cuanto antes con el juego anterior a Navidad, que fue el de las grandes conquistas tanto en la liga como en la Champions EHF. A partir de ahora, comenzando el martes próximo con la visita del Benidorm a Artaleku, los irundarras afrontan un maratón de partidos en los que no van a poder especular. Si contra el Ademar terminaron cediendo, al igual que anoche, ahora llega la hora de la verdad. Lo saben todos, porque no hay otro camino hacia el éxito que volver a ser el equipo que cautivaba.

El comienzo del partido fue dubitativo. En el primer ataque azulgrana, Matheus Silva fue excluido un par de minutos. De esa superioridad se aprovechó el equipo catalán para cobrar ventaja desde el tiro exterior (Mem y N'Guessan), junto a las terminaciones de seis metros (Fábregas y Alex Pascual). Con 5-1 en el tanteador, Jacobo Cuétara solicitó el primer tiempo muerto para corregir, principalmente, las acciones ofensivas. La profundidad del 6-0 local cortaba las líneas de pase en los amarillos. Cualquier otro equipo hubiera dejado que las cosas fluyeran y siguieran su ritmo sin sobresaltos. El Bidasoa, no.

Poco a poco, las cómodas ventajas del Barça dejaron de serlo y de los cinco goles de desventaja del tramo final del primer tiempo (15-10, 16-11) se llegó a un empate inesperado, pero reconfortante. El esfuerzo amarillo por no perder comba se plasmaba en el marcador, gracias a que la portería, defendida entonces por Xoan Ledo, comenzó a carburar. Encontró a Rodrigo Salinas con cuatro goles casi seguidos, incluyendo en el abanico un espectacular fly (17-16). Es decir que, después de un tiempo entero aguantando el tirón, los de Artaleku llegaban al vestuario muy contentos por el resultado y por el juego. Un empate en el Palau no es para menos.

Quedaba una eternidad. Se suponía que en el segundo tiempo el Barça iba a echar el resto. El guion era casi idéntico al del partido de la primera vuelta. Se llegaba entonces al descanso también con un empate (14-14) y fue en los primeros minutos de la reanudación cuando los de Xavi Pascual ponían tierra de por medio para cobrar ventaja que a la postre fue definitiva. Dicho y hecho, el Bidasoa aguantó unos siete minutos (20-19) pero todo se le puso cuesta arriba. Kauldi Odriozola fue excluido y el Barça se distanció a velocidad de vértigo con un parcial de 7-1. Imposible remontar. Tanto Rangel como Ledo, así como sus compañeros de defensa mantenían más o menos el orden en la contención, aunque fueran claves en ese tiempo los tantos desde la primera línea como la aparición del pivote Sorhaindo, autor de tres goles casi consecutivos en los blaugrana. Donde sufría realmente el cuadro irundarra era en el otro área. Redujo su potencial ofensivo un 50% en relación con el primer tiempo. Si apuntamos un gol directo de Xoan Ledo, el resto de atacantes solo pudieron marcar siete goles. Poco bagaje para sorprender, aunque uno de esos tantos llevó la firma de Gorka Nieto, el joven valor consiguió desde la posición de central sorprender a Pérez de Vargas, uno de los destacados en el equipo local.

A falta de seis minutos para el final (29-23), el entrenador catalán solicitó un tiempo muerto para evitar sorpresas desagradables de última hora, aunque para entonces al Bidasoa no le sobraban fuerzas para intentar la machada. Más allá de la derrota previsible, los de Artaleku ofrecieron mejores prestaciones que en último encuentro ante el Ademar. Jugaron muy bien en algunas fases del partido. El técnico cuidó a Sergio de la Salud, otorgando la dirección del juego a Rodrigo Salinas o al referido Gorka Nieto en distintas fases del match. Movió sus peones, aunque con cuidado, porque Seri salió algo en defensa pero no en ataque. Estaba cogido con pinzas. Con esos argumentos de mejora, afronta el inminente y exigente calendario que le espera.