imanol Rojo ha regresado a Tolosa con la medalla de campeón del mundo de rollerski que ganó el día 15 en Italia. Para el esquiador guipuzcoano, esta modalidad es fundamentalmente un recurso para prepararse de cara al inicio de la temporada sobre la nieve, pero reconoce que esta victoria ha sido “un empujón” para lo que se avecina. Rojo admite que su victoria fue “un poco inesperada, pero me ha servido para ver que estoy mejor que nunca en esta época de la temporada, y puede ser un buen presagio de lo que puede venir en el Campeonato del Mundo” de esquí de fondo.

El fondista tolosarra, tres veces olímpico, conquistó el Campeonato del Mundo de rollerski el pasado día 15, en la localidad italiana de Val di Fiemme, en una prueba de 15 kilómetros, superando en ocho segundos al segundo clasificado. “De los 15 kilómetros, doce eran bastante llanos, y los tres últimos eran una subida con bastante desnivel. La idea era adelantar lo máximo en el llano para poder apretar en la subida, y eso fue lo que hice”. Rojo ya conocía el terreno por su participación el Tour de Ski, “y había ido alguna vez en verano a entrenar”. 

Mundial

Su participación en el Campeonato del mundo de rollerski “fue un poco por casualidad. “No había competido en un Mundial hasta ahora, y ni siquiera estaba en mis planes. Estoy en un equipo noruego, y me llamó para correr una carrera de relevos el fin de semana anterior. Vi que el Mundial se iba a hacer en el mismo valle y decidí quedarme por ahí a entrenarme y competir en el Mundial”.

Rojo recurre a los rollerskis, una especie de esquís con ruedas, para entrenarse cuando no puede ejercitarse sobre la nieve: “Son como si fueran esquís pero más cortos, con un material más duro, con ruedas. Simula lo que es el esquí de fondo, y requiere las mismas técnicas, tanto en modo clásico como patinador. Se practica con las mismas botas, con bastones y con las mismas fijaciones. Lo único que cambia es que se practica sobre asfalto en lugar de en la nieve”. 

Preparación El tolosarra, de 33 años, explica que “en verano, la mayoría del tiempo hago rollerski. La preparación empieza en mayo y básicamente el trabajo es el rollerski y correr. En otras disciplinas de deportes de invierno se suelen ir a Argentina o a otros lugares del Hemisferio Sur a entrenarse, pero con el rollerski se mantiene bastante bien la técnica y la forma de cara al invierno. Es muy completo y muy duro. Durante toda la pretemporada me entreno cada día con esto para no perder la técnica del esquí de fondo, y compito en alguna carrera puntual para ir poniéndome en forma de cara al invierno. Pero, básicamente, es para prepararme. Hay gente que se dedica a esto profesionalmente y luego hay gente como yo, que se entrena con esto para preparar el invierno y compite en alguna competición. En el Mundial había profesionales italianos y noruegos. Seríamos mitad y mitad”.

La temporada, a la vista El momento de regresar a la nieve no tardará en llegar para Rojo: “Suelo empezar a entrenarme sobre nieve sobre esta época, en septiembre u octubre, aunque este año empezaré un poco más tarde, en octubre”.

Rojo reside en la localidad pirenaica de Vielha, en Lleida, y también acude a entrenarse a Tolosa una vez al mes. 

El tolosarra considera su triunfo en el campeonato mundial de rollerski como “un impulso”. “Este año he hecho las cosas diferente, con un nuevo entrenador”, el noruego Trond Nystad. “Luego, esquiando, hay otros mil factores, pero al menos en lo físico la preparación va por el buen camino. Las sensaciones son muy buenas”.

Rojo empezará a competir “a finales de octubre en Austria, y luego iré a Italia, y después, a Noruega y Finlandia. Primero corro una carrera internacional en Noruega y luego la Copa del Mundo de Finlandia. El año pasado también corrí en alguna prueba de la Copa de Europa, pero mi intención este año es correr solo carreras de la Copa del Mundo. Correré tres pruebas de la Copa del Mundo tres fines de semana seguidos entre noviembre y diciembre. Cada fin de semana serán un par de carreras. Luego correré el Tour de Ski, que son entre seis y ocho etapas, dependiendo del año, otros dos fines de semana, y luego ya estaría el Mundial, a finales de febrero y principios de marzo en Trondheim, en Noruega. Mi objetivo principal es llegar ahí en forma”. 

El tolosarra se muestra optimista de cara a la principal cita de la temporada: “Iré con la ambición de poder mejorar mis marcas y mejorar el Mundial que hice en 2021, cuando logré el puesto 18” en la prueba de 50 kilómetros. “Yo creo que entrar entre los quince mejores, si todo va bien, puede ser bastante factible”. 

A Rojo se le dan mejor “las pruebas largas”, pero no renuncia a competir en las más cortas: “Tal y como estoy ahora, creo que en la prueba de diez kilómetros también podría hacer una buena posición”. 

Milán 2026 Esta temporada, además, tendría otro aliciente: “Este año ya empieza el proceso clasificatorio para los Juegos Olímpicos” de Milán 2026, “y si hago buenos resultados podría tener encarrilada la clasificación de cara al año que viene”. El tolosarra no forma parte de la selección estatal actualmente, pero confía en que eso no sea un obstáculo para optar a su cuarta participación olímpica: “Si hay unos criterios y yo los cumplo, creo que no hay nada más que decir”. Rojo, de todos modos, prefiere no mirar “más allá del Mundial de Trondheim. Estoy enfocado en eso”.