El vizcaino Jon Rahm, número tres del mundo, no logró la reacción que necesitaba para reengancharse a la cabeza de la clasificación del Abierto de España en la tercera jornada, en la que dos bogey le hicieron terminar con una tarjeta de 67 golpes, cuatro bajo el par, y un acumulado de -7, lejos de los primeros puestos que ocupan el francés Mathieu Pavon y el neerlandés Wil Besseling.

El 'León de Barrika', emparejado de nuevo con Rafa Cabrera Bello, al igual que en los dos primeros días, también compartió partido con el sudafricano Louis de Jager, número 314 del mundo, que aún no ha concluido ningún torneo del circuito europeo entre los diez primeros desde hace diez meses, cuando fue quinto en el Abierto de Joburg que se disputó en su país natal.

Rahm, que partía con un -3, lejos de los -11 del francés Mathieu Pavon, comenzó su recorrido en la tercera jornada desde el hoyo 1, el más emblemático del circuito por las vistas sobre el horizonte de Madrid con las cinco torres del paseo de la Castellana de fondo. Ese hoyo, en la segunda jornada, lo cerró con bogey pero en esta tercera lo hizo con birdie, algo que le arrancó la primera sonrisa del día.

El rictus cambió en el segundo hoyo, considerado uno de los más duros como reflejan las estadísticas, en el que se atascó y lo resolvió con un bogey.

Esos dos hoyos fueron el preludio de lo que vendría después a lo largo de la jornada, con un juego muy irregular por parte de Rahm, que hizo birdies en el 4, 8 y 10, pero volvió a sufrir en el catorce, en el que hizo bogey, enmendado su error rápidamente en el quince con otro birdie. Acabó con un birdie en el 18.

"No sé qué mensaje dar a la afición"

"Es curioso. El día que peor le he dado hago un resultado bajo. En el césped he tenido buenas sensaciones pero en el resto bastante peor", dijo Rahm, confiado en que "lo mejor esté por venir". "No sé qué mensaje dar a la afición. Que me manden a mi uno de confianza, que la necesito y con su ayuda será un poco más fácil", confesó.

Rafa Cabrera Bello no tuvo su mejor día. Comenzó la jornada con tres bajo par y la acabó con -2 debido a que completó el recorrido en 72 golpes (+1), y un acumulado de -2.

"Estoy insatisfecho porque no he jugado como me hubiese gustado. No he jugado con brillantez aunque lo he luchado", comentó.

El mejor de la jornada matutina fue el inglés Dan Bradbury, que consiguió un eagle con un solo golpe en el hoyo tres, a los que se añadieron siete birdies y un bogey para firmar una tarjeta de 63, ocho bajo par, y un acumulado de -8.