La nueva maratón de Donostia debutó con el récord de la prueba en la categoría femenina. La keniana Rebbeca Sirwanei estrenó el nuevo trazado imponiendo una marca de dos horas, 23 minutos y nueve segundos, mejorando así el histórico registro de la palentina Ana Isabel Alonso en 1995 (2h.26:51). En la categoría masculina, la victoria fue para el etíope Sisay Fekadu Berhanu, que paró el cronómetro en con una discreta marca de 2h.13:29.

La victoria de Sirwanei fue toda una sorpresa. La keniana no solo se impuso en la 44ª Maratón de San Sebastián, sino que batió a la gran favorita, Gladys Chepkurui, y logró batir el récord de la prueba. 

Pese a que las condiciones eran excelentes para la maratón, la prueba comenzó a pasar factura pronto, cuando el grupo de corredoras de elite se fracturó y quedaron tres atletas en cabeza que, mediado el recorrido, se redujeron a dos. La también keniana Gladys Chepkurui (2:28.55 como mejor marca), ganadora este año de la media maratón de Nápoles y en un buen estado de forma, se asociaba con su compatriota Rebbeca Sirwanei Tanui para dominar en pareja con autoridad ante el bajón de otras corredoras top, como Euliter Jepchirchir o Ebesie Ayele.

Quedaba mucha prueba pero la posibilidad de batir el récord de Alonso empezaba a cobrar fuerza y lo tendrían que hacer ambas corredoras, sin ayuda de liebres ni protegidas por un grupo amplio que concediera relevos, es decir, tendrían que buscarlo a la vieja usanza.

Ese récord que marca además el mejor registro español en mujeres en un maratón, estaba ya pulverizado en el tramo final de la prueba, cuando Chepkurui y Sirwanei dedicaron sus esfuerzos a planificar el ataque final que permitiera una llegada en solitario, de una u otra.

Sirwanei dio el golpe definitivo en el momento en que el maratón llegaba al complejo deportivo de Anoeta. Tras recuperar fuerzas en el avituallamiento, lanzó su ataque, sorprendió totalmente a la experimentada Chepkurui, que también superaría el récord de Alonso en meta, y se marchó en solitario.

Fekadu, en la prueba masculina

En la prueba masculina, Fekadu atacó a dos kilómetros para el final y llegó en solitario a la meta del Boulevard donostiarra.

Los grupos de élite se distanciaron enseguida del pelotón de corredores, de en torno a 3.000 participantes, de la 44 edición de esta maratón, en la que los africanos iban muy cómodos con la compañía del tolosarra Unai Arroyo, quien participaba en una media maratón que ganó, aprovechando las buenas piernas de sus compañeros para insertarse en una carrera que no era la suya.

La liebre marroquí que marcaba el ritmo tenía el reto de tirar hasta los 30 kilómetros y, a partir de ahí, serían las fuerzas de los atletas las que dirían si se podía batir el récord establecido hace 20 años por Timothy Cherigat (2:09.4 horas), pero todo se rompería cerca del kilómetro 20.

Los kenianos Ben Kimtai y Gladys Chapekurui, dos de los favoritos, transitaban cómodos en un grupo que alcanzaba la decena, entre los que seguía Arroyo, ya en el final de su prueba de 21 kilómetros. El tolosarra dio un arreón en pos de sus intereses y, de forma instintiva, se rompió el grupo de maratonianos, la liebre cedió y fueron Kimtai y el keniano Titus Kiplosgei los que pasaron a marcar un ritmo más lento.

El nuevo circuito diseñado por la organización, favorable a las buenas marcas, aportaba también su grano de arena, de forma que se veía sin problemas a los siete corredores africanos que lideraban la prueba a mitad de recorrido.

Jonathan Biwot Kipkemey se cansó de ir en grupo, incrementó el ritmo en el kilómetros 26 y protagonizó el primer ataque serio que no cuajó, aunque sirvió para tensionar el último cuarto de la maratón.

La marca de Timothy Cherigat desde 2012 (2:09.4) ya no estaba cuestionada pero sí lo estaría el triunfo, con hasta siete opciones, entre las que se dirimía una vez más la eterna pugna Kenia-Etiopía en la reina de la carreras, con Eritrea también con opciones al tener un representante en el selecto grupo de atletas en cabeza.

La estrategia iba a ser clave en los metros finales, pues los siete corredores siguieron en tropel en los aledaños de la meta, en pleno centro de Donostia, de manera que en el barrio de Gros llegaron los ataques, de los que salieron bien parados los etíopes Kifle y Fekadu. Éste último dio el latigazo definitivo a menos de dos kilómetros de la meta, que le permitió llegar destacado y sin oposición a una brillante victoria.

Oliver Löfqvist y Ana Llorens ganaron la prueba de 10 kilómetros. Ander Sagarzazu fue tercero. Un total de 860 atletas han participado en esta prueba.

La prueba donostiarra sigue creciendo, y sumó unos 6.000 atletas en las tres carreras programadas para el nuevo trazado diseñado este año. –

Un grupo de participantes en la maratón de Donostia. Iker Azurmendi