Si la llegada de la desveda general es uno de los momentos más esperados para muchos cazadores debido a la apertura de la caza de palomas torcaces, zorzales, perdices, becadas o diferentes especies acuáticas, la temporada se presenta con cierta incertidumbre debido a las altas temperaturas y la sequía, que han incidido de forma notable en los procesos reproductivos de las diferentes especies.

La fecha del 12 de octubre está señalada en rojo para gran parte de los cazadores de Euskal Herria que estos días se afanan en preparar sus armas y sus puestos en espera de las torcaces, probablemente la especie más atractiva para los aficionados durante el otoño. Tras criar en Rusia, Finlandia, Suecia y otras zonas del norte de Europa, realizará su migración hacia zonas de clima más benigno y a la búsqueda de alimento.

Con la confianza habitual compartida con la mayor parte de los cazadores, el hernaniarra Joseba del Valle Lersundi espera el inicio de la campaña entre ilusionado y esperanzado. “Hay algunos aficionados que están comentando durante estos días que los incendios de Las Landas pueden afectar a la migración, pero yo no comparto esa opinión”, apunta confiado.

Lo que sí cree Del Valle que puede afectar, y en eso coincide con Santiago Iturmendi, presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, es “el calor y la sequía que han afectado a toda Europa y, sobre todo, a Francia”. El gipuzcoano sostiene que el clima puede tener incidencia, ya que “las aves migratorias se mueven, en primer lugar, por el instinto migratorio que va con su genética; en segundo lugar, por el alimento; y, en menor medida, por el frío”.

Cosecha adelantada

Ese segundo aspecto que señala el editor de la web www.fiebreazul.com y autor del libro Diario de un palomero. 20 años de pasa puede propiciar un incremento del pase en comparación con años anteriores, en lo que las torcaces permanecían al otro lado de los Pirineos, y que, además, “no baje tan apelotonada”.

Esa percepción está motivada porque “este año la cosecha de maíz viene muy adelantada en Francia debido al calor y porque, frente a los 23 millones de toneladas de maíz del año pasado, en esta campaña obtendrán en torno a los once millones. Esa cantidad es la mitad de la cosechada el año pasado, y eso sí va a influir porque ante la escasez de alimento la torcaz se tendrá que mover más. Creo que será una pasa más natural, aunque las condiciones climáticas del momento pueden tener incidencia”.

Por el momento, Del Valle apunta que el martes “se realizó el primer conteo de torcaces en el paso marítimo de la península de Falsterbo, en Suecia, donde se ha observado el paso de 350 ejemplares. No es una gran cantidad pero se han adelantado entre diez y quince días a las fechas habituales y eso quiere decir que ya tienen en marcha el instinto migratorio”.

Para Iturmendi, un factor que hay que tener en cuenta de cara a la desveda general es que “la media veda ha sido bastante floja”, lo que le lleva a realizar un pronóstico poco halagüeño. Aunque apuntaba hace escasas fechas que “todavía queda un mes” para el arranque de la desveda general, se muestra muy cauto sobre la supervivencia “de los pollos y las perdices jóvenes porque necesitan agua”.

Sequía

Esa comunidad a la que se desplazan durante los meses de verano centenares de cazadores de Euskal Herria ha padecido “el secado de fuentes que nunca antes habían llegado a ese extremo y eso ha marcado la temporada”, apunta Iturmendi. Como consecuencia de ello, “la codorniz ha subido a zonas más frescas en busca de altura, aunque se han librado las zonas altas de León y otras zonas más bajas en las que se ha podido cazar, al igual que en alguna zona de Burgos”.

Además de destacar que “el calor y la sequía han sido factores que han condicionado la reproducción y la supervivencia de las especies”, Iturmendi reafirma las consecuencias “sobre todos los animales”, e incluso apunta que “muchas de las corzas estaban sin crías; es decir, que los ciclos de reproducción de todas las especies” se han visto afectados por las condiciones climáticas.

Pero en el caso de las torcaces, Del Valle cree que el calor no ha tenido tanta incidencia en la especie, ya que “se están acostumbrando a criar en zonas más templadas del sur de España, que es algo cada vez más habitual. Además, esa aclimatación es mejor, sin los problemas que pueden tener la perdiz y otras especies”.

Para aquellos que tengan que actualizar sus pertrechos de cara a la nueva temporada, el armero zornotzarra Iñigo Sarasketa recuerda que, en lo que a armas se refiere el mercado oferta dos sistemas de modelos semiautomáticos, de gas e inerciales. Entre las del primer sistema recomienda la Beretta Upland, que ronda los 1.700 euros, mientras que en el segundo grupo cita la Benelli Raffaello, que ronda los 2.000 euros en función del acabado elegido.

En cuanto a la munición, Sarasketa opta por cartuchos de máxima calidad de marcas como Rio o Saga fabricados en Langraitz Oka por Sofiam Iberica, o los italianos B&P (Baschieri & Pellagri) con sistema Gordon System que reducen el retroceso. Además, recomienda como complemento el uso de cascos electrónicos Peltor, que minimizan el ruido del disparo, pero amplían los sonidos naturales, aspecto “muy recomendable y a tener en cuenta para la salud de los cazadores”, recuerda el responsable de Armería Sarasketa.