Los 9.718 avistamientos de tórtola europea y los 2.454 de codornices, las dos especies de aves migratorias que han sido monitorizadas a través de los 756 censos realizados por el Observatorio Cinegético (www.observatoriocinegetico.org), muestran un considerable incremento respecto a los datos de la pasada campaña. Esos registros han permitido constatar que en el caso de la primera especie se ha triplicado el número de ejemplares registrados respecto a 2021, mientras que en el caso de las codornices su número se ha duplicado.

La obtención de los datos ha sido posible por el considerable incremento en el número de cazadores colaboradores que se ha duplicado, pasando de los 128 de la pasada campaña a los 256 de la actual. En total “han recorrido 4.814 kilómetros repartidos en 425 cuadrículas UTM 10x10km, para lo que han invertido en total 1.361 horas”, señalan desde la Fundación Artemisan que impulsa la iniciativa junto a Bineo Consulting y la Real Federación Española de Caza y que cuenta con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Mutuasport, y la financiación de Hornady y Hart.

Para la realización de estos censos, que se han incrementado en un 44% respecto a la campaña anterior, se han tomado datos entre los meses de abril y julio, a través de la aplicación CensData, que recoge información en tiempo real que posteriormente es analizada por investigadores de Fundación Artemisan. Con ese objetivo se realizan recorridos a pie de entre 4 y 6 kilómetros ubicados en sitios favorables para las especies objetivo y encuadrados en las cuadrículas.

Herramienta colaborativa

El Observatorio Cinegético es una herramienta digital colaborativa entre cazadores y científicos, diseñada para mejorar los conocimientos de las especies cinegéticas, con la finalidad de mejorar su conservación y aprovechamiento.

Esta iniciativa cuenta con la colaboración de cerca de 2.000 cazadores que se han dado de alta como censadores en la plataforma. Esos recursos han permitido generar “el sistema de monitorización de especies silvestres más grande a nivel nacional, con el objetivo de aportar datos válidos y contrastables para la correcta toma de decisiones por parte de gestores y administraciones”, subrayan sus promotores.

De hecho, la participación del ‘cazador conservador’ en la monitorización de datos proporciona “el primer paso para una correcta gestión” ante la ocasional ausencia de datos sobre la presencia y abundancia de especies, lo que “genera una doble problemática, ya que no se puede plantear una caza sostenible y la falta de información puede repercutir negativamente en el desarrollo de las órdenes de veda”, apuntan desde Artemisan.

Otra iniciativa directamente impulsada por esa fundación y por Mutuasport, el Proyecto Coturnix, tiene el objetivo de realizar el seguimiento y la gestión sostenible de la codorniz en España, al tiempo que pretende profundizar en aspectos de su biología y ecología y promueve una gestión y caza sostenible de sus poblaciones.

3,1 millones de ejemplares

Para obtener los datos sobre esta especie se desarrollan diferentes acciones, tales como las labores de censos específicos, anillamientos, seguimiento de cosechas de cereal para comprobar su impacto en las poblaciones o examinar las técnicas de manejo agrario para aumentar su reproducción, monitoreo de la actividad cinegética y su impacto o la recogida de muestras biológicas e incluso el uso de dispositivos GPS/Argos para realizar seguimientos de la migración. Todo ello con el objetivo de aumentar los conocimientos relativos a la especie.

Este plan en el que colaboran la Real Federación Española de Caza y la Universidad de Lleida, contó la anterior campaña con la participaron de más de 5.000 cazadores de todo el país. Ahora emprende “su tercer año con buenas expectativas y esperando superar los buenos resultados del año anterior”, apuntan desde Artemisan.

La implicación de los aficionados permitió obtener el año pasado “más de 17.600 muestras de capturas, completar 2.910 encuestas de caza, anillar 257 codornices y recuperar la información de 64 anillas. Todo ello sirvió para concluir que la población de codorniz mantiene un estado favorable de conservación, con una estimación de 3,1 millones de ejemplares”, aseguran.

Una de las consecuencias más relevantes de la labor desarrollada en este sentido radica en que “los resultados obtenidos con Coturnix y otros proyectos similares permitieron paralizar la votación en el Comité de Fauna y Flora del MITECO de la inclusión de la codorniz en peligro de extinción”, subrayan desde Artemisan. La consecuencia directa de ello es que mediante esa actuación se ha logrado evitar “el final de su caza y de su gestión” lo que en última instancia “habría puesto en peligro el futuro de la propia especie”. l