El Barça consigue el décimo séptimo título de Copa Asobal y undécimo consecutivo, después de imponerse en la final al Bidasoa (29-37). Nada nuevo, ni inesperado, habida cuenta que el poderío del conjunto azulgrana respecto de todos sus rivales en las competiciones domésticas es enorme y lo pone de manifiesto cada vez que cuenta con la oportunidad de demostrarlo. En las puertas de afrontar la final four en Colonia, título europeo de Champions en juego, los de Antonio Ortega no escamotearon esfuerzos y fueron haciendo camino a su ritmo, con las rotaciones y sin arriesgar más allá de lo debido. Llegaron a la final con el mínimo desgaste tras deshacerse (40-26) del BM La Rioja. Ni siquiera por ahí contaba el Bidasoa con ventaja, porque su semifinal ante el Granollers fue mucho más exigente y con bastante menor fondo de armario. Prácticamente, los dos equipos afrontaron el partido por el título con los mismos protagonistas de semifinales, salvo el cambio de Luis Frade por N'Guessan en los azulgranas.

Los irundarras celebraron por todo lo alto el pase al partido decisivo, porque es bonito despedir una temporada jugando una final, aunque las opciones de ganarla fueran mínimas. Muy buen colofón a un duro ejercicio. No era para menos, aun sabiendo que el partido ante los catalanes no llamaba al optimismo. La cita ante el Barça suponía la mejor puesta en escena para la despedida de José Manuel Sierra (retirada), Xoan Ledo, Adrián Fernández y Kauldi Odriozola (MVP de la final) que defendían por última vez la camiseta amarilla en un escenario en el que los seguidores bidasotarras no les abandonaron. Todos aplaudieron el postrer tiempo muerto de la temporada, el que solicitó Jacobo Cuétara para despedir como se merece a una leyenda de este deporte. El meta onubense se emocionó ante las muestras de cariño de los espectadores. No quedaba tiempo para más salvo para certificar el triunfo catalán y la prolongación de un historial irrepetible.

Bidasoa explotó sus virtudes al máximo. Ante la falta de lanzamiento exterior, buscó alcanzar la línea de seis metros y la encontró por los segundos hombres del 6-0. Tanto Kauldi como Gorka Nieto percutían en una defensa que no se encontraba cómoda. Cierto es que, como tantas otras veces, contaba con el meta Pérez de Vargas. El portero minimizó los problemas, deteniendo en el primer periodo dos siete metros a Iñaki Cavero y evitando que la reacción guipuzcoana llevara más dinamita de la deseada. Como quiera que en torno a un buen Ledo, el 6-0 amarillo mantenía un tono eficaz, el tanteo del descanso (14-17) respondía a un partido de nivel para las huestes de Cuétara. Reaccionaron cuando el asunto se tornaba turbio (10-15) y cumplieron con creces lo que se exigía.

Los segundos tiempos en este tipo de encuentros son bastante parecidos. El fondo de armario del cuadro blaugrana permite acelerar el juego en la misma medida que las fuerzas disminuyen en el oponente. Jugadores con apenas protagonismo en el primer periodo, asumen responsabilidad en el segundo. Tratando de que su equipo aguantara en pie, Cuétara (18-23) usó un minuto de tiempo para evitar las jugadas de contragol y asegurar mejor el juego ofensivo. Posiblemente, pensó que la remontada era una quimera y decidió el cambio de portero para que José Manuel Sierra pusiera el fin a su carrera como jugador en una final y compitiendo sobre el parqué. Sin presión, los dos cuadros trataron de jugar a lo suyo, disfrutar en la medida de sus posibilidades. Antonio Ortega pensó mucho en lo que les viene en unos días y Cuétara terminó jugando con la gente joven de su plantilla. Un premio a un grupo de chavales que han ayudado una barbaridad en este ejercicio. Por supuesto, no renunció a cosas que le gustan, como explotar las acciones del doble pivote, las entradas de Kauldi que le sirvieron para llevarse dos trofeos a casa y presentar una vez más en la sociedad del balonmano a un equipo solvente, que siempre da la cara, incluso en las misiones imposibles. Termina aquí la temporada. Para la mayoría, vacaciones bien merecidas, aunque queden por delante las llamadas de las distintas selecciones y los compromisos internacionales para algunos de los componentes del plantel amarillo.

FICHA TÉCNICABIDASOA IRUN

(14+15): Xoan Ledo (6 paradas), Cavero (3), Zabala (1), Furundarena (3), Kauldi Odriozola (8), Julen Aginagalde (1), y Adrián Fernández (2, 1p) -siete inicial- J.M. Sierra (7 paradas), Ander Ugarte (4), Asier Iribar (2), Tao Gey (1) , Julen Mujika, Tesoriere, Matheus da Silva (1), Gorka Nieto (2) y Dariel García (1) .

FC BARCELONA (17+20): Pérez de Vargas (8 paradas, 2 penaltis); Dika Mem (3), Aleix Gómez (7, 1p), Thiagus Petrus, Ángel Fernández (4), Langaro (2), Ludovic Fábregas (5) -equipo inicial- Leo Maciel (2 paradas), Aitor Ariño (1), Luka Cindric (1), Blaz Janc (4), D. Makuc, Ben Ali (4), Richardson (2), Ali Zen (2) y Luis Frade (2)

ÁRBITROS: García Mosquera y Rodríguez Rodríguez (comité gallego). Exclusiones de Matheus, Adrián Fernández y Dariel, por los irundarras; Langaro, Luis Frade, por el Barça.

PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 3-2, 4-5, 6-9, 8-11, 10-14, 14-17 (descanso), 17-21, 20-26, 22-29, 24-31, 26-34, 29-37

INCIDENCIAS: Pabellón Príncipe Felipe (Zaragoza), final de la Copa Asobal. La mejor entrada del torneo, en torno a 3.000 espectadores. Último partido de los árbitros Rafael García Mosquera y Alfredo Rodríguez Rodríguez tras 23 temporadas en Asobal. Kauldi Odriozola se proclamó MVP de la final y máximo goleador. José Manuel Sierra recibió un presente el día de su retirada.