- Hay una ley escrita dentro del club por la que Josean Soroa no podrá participar en la Carrera de Primavera que tendrá lugar el próximo domingo día 13Carrera de Primavera . "Ese día nos toca currar", se sincera.

Dos años después, vuelven a la carretera. ¿Cómo están?

-Con muchas ganas. Ha sido muy largo. Esto ha sido como cruzar el desierto. Cada vez que llegaba marzo nos planteábamos si hacerla o no, y la respuesta era la misma, que era imposible. La verdad es que ha sido largo. Nosotros siempre hemos abogado por hacer la carrera, porque queremos que la gente tenga una carrera como la nuestra, para disfrutar. Y era una pena no poder celebrarla.

De hecho, la decisión para la celebración de esta edición llegó a última hora, ¿no?

-Así es, porque estábamos esperando a ver qué pasaba con la curva de contagios. Nosotros nos empezamos a reunir en octubre para comenzar a preparar la carrera. En octubre estábamos muy mal. Y luego llegaron las navidades, en las que esperábamos que el número de contagiados aumentara, como así sucedió. Hicimos una reunión en enero y la ola estaba por las nubes. Ya nos temíamos lo peor. Pero bueno, había pequeños brotes verdes y confiamos en ellos. Pensamos que, para finales de febrero, principios de marzo, la situación se hubiera normalizado un poco, como así ha sucedido.

¿Cuántas ganas tenían de volver?

-Muchísimas. Estamos muy a gusto, pero me da un poco de pena no poder organizar la carrera como siempre, y tener que hacerla un poco como a medias. Porque una de las señas de identidad muy importante de esta carrera es el avituallamiento de la llegada, en la que hacemos casi una fiesta con un montón de fruta y alimentos saludables, y lo hemos tenido que quitar porque se forma mucha aglomeración y no era muy viable. La otra seña de identidad muy importante en la carrera es que traemos una ONG a la que hacemos un homenaje. Y lo de los dorsales especiales, un chico y una chica, a los que homenajeamos por su trayectoria en el deporte. Hacerles venir y meterles en ese lío con tanta gente no nos parecía que fuera muy adecuado. Va a ser una carrera por el covid bastante limitada. Al final, decidimos que más valía hacerla a medias que no hacerla.

La gente tiene ganas de recuperar cierta normalidad...

-Hay que ser conscientes de que la normalidad no la vamos a marcar nosotros, sino que es el virus el que la tiene que marcar. Por mucho que tengamos ganas, si estamos en 10.000 de incidencia no hay tu tía, pero bueno, ya estamos para empezar a liderar las cosas. Yo vigilo mucho, aparte de los contagios que hay, los fallecimientos, y todavía estamos en puntos muy altos de fallecimientos. Vamos a seguir insistiendo mucho, a pesar de estar en un recinto abierto, con el tema de las mascarillas. La gente joven ya no se preocupa mucho, porque parece que no tiene mucha trascendencia, pero es que se sigue muriendo gente. Hace dos semanas que no miro las estadísticas, pero por entonces estábamos en 300 muertos diarios en España. Son muchísimos. Hay que seguir manteniendo las medidas.

¿Qué tiene para Josean Soroa de especial esta carrera?

-Es lo que solemos decir: "Es una carrera organizada por corredores para corredores". ¿Qué quiere decir eso? Los corredores sabemos de qué va a esto, viajamos bastante por el mundo realizando carreras y vemos la organización. De todas ellas vamos trayendo detalles que nos gustan. Está organizada con bastante conocimiento de cómo se organizan otras, y con bastante mimo porque lo queremos hacer bien, tan bien como la de Boston o la de Berlín, extrapolándolo a una carrera de diez kilómetros, pero con el mismo mimo. Esa es la seña de identidad principal. De ahí se derivan muchas cuestiones, que hay un dinero para una ONG y toda la repercusión mediática que les damos para que también ellos sean más conocidos y generen sus recursos. El tema de los homenajes a los dorsales 1, que también es un tema importante, y también, la homologación del circuito, que este año no va a poder ser por un tema de obras. Pero siempre hemos intentado ser una carrera homologada que tenga ese nivel que a los federados les dé un plus, y a los no federados, también. Saber qué marca tienes en una medición exacta de 10.000 metros también está muy bien, porque de unas carreras a otras, la gente toma sus tiempos y ve diferencias y saber la razón por la que estás más flojo ese día o saber si te han medido mal, es importante.

Donostia es una ciudad que respira atletismo por sus cuatro costados. ¿Está de acuerdo?

-Sí, por supuesto. La maratón de Donostia que sería, de alguna manera, la prueba cumbre del atletismo, los que corremos y buscamos tiempos, conseguimos unos bastante razonables. Te vas fuera, a la de Nueva York, a la de Boston, a cualquiera, y los promedios son mayores. Los que corremos aquí somos bastante machacas. No es correr sin más, sino que aquí corremos para hacer buenos tiempos. Ese concepto sí que tenemos. Somos corredores, aficionados obviamente, pero que nos preocupamos de conseguir tiempos razonables. Ese pique sano entre los atletas es muy bonito, nos da mucha vida. Es un deporte en el que cada uno se tiene que picar con uno mismo, intentar hacer un tiempo mejor que el del año pasado y tal. Pero siempre miras de reojo a alguien de tu club o de tu grupo, que sabes que hace un poco mejor que tú y a ver si esta vez le ganas. La satisfacción que da eso, te la puedes imaginar. Aunque sea solo sacarle un segundo. Ya sabemos que son tonterías, pero es algo que siempre agrada.

La idea es que participen en torno a los 1.500 atletas, lo que igualaría la cifra de hace un par de años. ¿Qué significa este dato para usted?

-A pesar del covid, la gente se sigue animando a correr. Aunque haya medidas, siempre se puede correr un riesgo, y que la gente se anime es un punto a favor. Por otro lado, la gente que se apuntó hace dos años, casi todos han mantenido el dorsal. Hemos empezado las inscripciones de este año casi con mil corredores inscritos. Y eso es un lujo que hayan confiado en nosotros tanto tiempo. Cada año les hemos dado la opción de darse de baja, algunos lo han hecho, pero pocos. Eso también nos llena de orgullo, que la gente haya confiado tanto tiempo. Una carrera que has preparado y que luego no realizas, tienen unos gastos fijos. Y el comportamiento de esos atletas nos ha ayudado a reducir esos gastos.

Y también ha aumentado la participación femenina...

-Sí, llevamos algunos años fomentado eso. Quitando la Lilatón, haciendo una comparación, es la carrera en la que más mujeres corren. Hasta que se celebre, las cifras no serán las definitivas, pero por las inscripciones que hay, algún punto más vamos a tener. Vamos escalando. Andamos por el 33% del total y el objetivo es que se llegue al 50%. Cuanto antes, mejor. Estamos satisfechos con eso.

¿Le ve una larga trayectoria a la carrera?

-Mientras la gente del club tenga ganas de organizarla... A los corredores sí les motiva y seguirán viniendo. Para el club, somos todos voluntarios y al final es un trabajo. Me imagino que sí. La UPV también tiene una voluntad seria de seguir ayudando. Seguiremos, pero la edad de los del club también va subiendo. Necesitamos relevo, que venga gente nueva, joven, con ganas, y que quiera coger el testigo. Aprovecho para hacer un llamamiento. El club está con las puertas abiertas deseando que la gente venga a correr y, dentro de las actividades que organizamos, una es la carrera. Es un trabajo gratificante, cumplimos un fin bonito y los que organizamos estamos satisfechos.

"Esta carrera está organizada con mucho mimo y conocimiento de cómo se organizan otras carreras importantes"