- La australiana Ashleigh Barty, número uno del mundo, bordó un tenis impoluto para arrollar a la estadounidense Madison Keys por 6-1 y 6-2 en la primera semifinal del Abierto de Australia. En la segunda semifinal, la estadounidense Danielle Collins fulminó a la polaca Iga Swiatek por 6-4 y 6-1.

La número uno del mundo, que todavía no ha encajado más de cuatro juegos en un set en lo que va de competición, estuvo brillante e intuitiva al resto al no verse intimidada y romper en tres ocasiones el servicio de una Keys que acumuló un 78% de primeros en juego.

Barty está a un paso de romper la maldición que ha privado a las tenistas locales de lograr el título en Melbourne Park desde que en 1980, cuando la australiana Chris O’Neil se hizo con la corona.

Por su parte, Danielle Collins hizo alusión a Ashleigh después de su partido. “Hemos tenido batallas increíbles y jugar contra la número uno en su casa es algo increíble”, dijo ante el público de la pista Rod Laver Arena tras cerrar el partido en una hora y 18 minutos.

Swiatek acusó las tres horas de partido, el más largo de su joven carrera, ante la estonia Kaia Kanepi en cuartos de final y necesitó cinco juegos para hacerse con el ritmo del partido.

Collins, que irrumpió con sus semifinales en Melbourne en 2019, se convirtió en la mejor clasificada estadounidense en el ránking WTA al entrar en el top-10 tras su victoria de este jueves. La tenista de Florida, que mantiene un balance de 32 victorias y siete derrotas desde julio, consiguió su undécimo triunfo sobre jugadores situadas entre las diez mejores de la lista WTA.

En el cuadro masculino, Daniil Medvedev se juega ante Stefanos Tsitsipas el pase a la final (9.30 horas). Ambos mantienen una dura rivalidad que en ocasiones ha traspasado la pista. En el global de los enfrentamientos entre ambos, el ruso se impone con seis victorias frente a las dos que consiguió el griego. El ganador de esta semifinal se enfrentará contra el vencedor del Nadal-Berrettini.