Novak Djokovic pasó una odisea de casi 8 horas de entrevistas en el control de aduana en Australia antes de serle denegada la entrada al país por no cumplir con las normas de la pandemia, según las transcripciones divulgadas este lunes por un tribunal australiano.

Los documentos en los que se pueden leer las conversaciones de Djokovic con los agentes de aduanas han sido divulgados por el tribunal australiano que hoy ha fallado a favor del tenista y le ha permitido quedarse en el país austral.

Las entrevistas en el control aduanero comenzaron pasada la medianoche del miércoles al jueves de la pasada semana en el aeropuerto de Melbourne, donde llegó Djokovic con el objetivo de jugar el Abierto de Australia a finales de este mes.

El tenista serbio, que confirma que no está vacunado contra la covid-19, dice que se había contagiado de coronavirus el pasado 16 de diciembre, por lo que estaba exento de la obligación de estar vacunado.

Más de tres horas más tarde, el agente le informa que se le deniega la entrada al país al no cumplir con los requisitos por la pandemia, mientras que el deportista expresa su confusión e insiste en que recibió luz verde de la Federación de Tenis y de las autoridades del país.

"Le daré algo así como, usted sabe, 20 minutos -o si necesita más tiempo lo puede pedir- y necesita darnos las razones por las que no debamos cancelar su visado", afirma el funcionario australiano cerca de las cuatro de la madrugada.

El campeón de tenis, tras expresar su confusión, exclama: "Me pone en una posición muy comprometida cuando a las cuatro de la mañana no puedo llamar al presidente de Tenis Australia, no puedo contactar con nadie del Gobierno estatal de Victoria (...) No sé qué más puedo decirle. Quiero decir, hice todo lo que ellos..., lo que se me pidió".

En una larga conversación llena de trabas burocráticas, el funcionario le pide pruebas de las comunicaciones y correos electrónicos con las autoridades del estado de Victoria y del Gobierno central.

El tenista insiste en que no puede conseguir los documentos de madrugada y se niega a firmar la orden de denegación de entrada en el país, conocido por sus políticas estrictas de inmigración.

El funcionario le explica que será escoltado a un hotel gestionado por una empresa británica, Serco, contratada para custodiar a quienes se le ha denegado la entrada en el país mientras se gestionan sus alegaciones. Algunos inmigrantes y solicitantes de asilo llevan años privados de libertad en estos centros.

De acuerdo con la transcripción, el deportista serbio insiste en el control de aduanas que había dado positivo de la covid-19 en una PCR y por eso recibió el permiso de las autoridades, avaladas por un comité médico, para entrar en Australia.

"Envié el análisis de sangre de los anticuerpos y el nivel era suficiente y recibí permiso para entrar a Australia y obtuve la documentación que avalaba mi exención médica y la declaración de viaje del Gobierno federal", comenta el tenista.

Hacia el final, Djokovic comenta la posibilidad de comprar un billete de avión para abandonar Australia y el funcionario da por terminada la entrevista a las 7:45 de la madrugada del 6 de enero.

La odisea del tenista ha dado un giro de 180 grados este lunes cuando un tribunal le ha dado la razón, le ha permitido la entrada al país y obligará a las autoridades a pagar las costas judiciales.