Kurt Diemberger cita con un mito del alpinismo

Precisamente, quienes se acerquen el jueves hasta el teatro azpeitiarra tendrán la posibilidad de visualizar diferentes fragmentos de varios de los trabajos audiovisuales más significativos grabados en altura por el alpinista austriaco, que, a sus 86 años y tras “toda una vida en la montaña”, sigue considerándose como “un hombre enamorado del hielo”.

Según avanzó el propio Kurt en el encuentro que mantuvo ayer al mediodía con NOTICIAS DE GIPUZKOA en el caserío Solaka de Errezil, en la proyección del jueves “se podrán ver imágenes y filmes grabados durante diferentes ascensiones, pero también fragmentos de otros trabajos audiovisuales de interés como uno grabado en la vía que lleva al Makalu y que muestra cómo era hace unas décadas la forma de vida de las personas que habitan en esa zona de Nepal”.

Eso sí, Diemberger insiste en que en el acto del jueves en Azpeitia (la presentación correrá a cargo del alpinista lemoarra Alex Txikon) la proyección de imágenes y películas se intercalará con explicaciones “tanto sobre lo que se va a ver en cada momento como sobre mi propia trayectoria o mi forma de entender el alpinismo”. Para ello, recurrirá “a una mezcla de castellano e italiano macarrónico que todo el mundo va a entender”.

En definitiva, el acto organizado para el día 17 de mayo por el club de escalada Sokaitz, Kulturaz kooperatiba, Denon artean, el club de montaña Lagun Onak y el Consistorio azpeitiarra ofrecerá a los asistentes, en palabras del propio Diemberger, “una multivisión personal” que “no dejará indiferente a nadie”.

Y es que Kurt, que en 1960 llegó filmando a la cima del Dhaulagiri (el segundo ochomil virgen que pisaba) y en 1978 a la cumbre del Everest, dará cuenta de las dificultades que atravesó para grabar en su asalto a las cumbres más altas del planeta.

No en vano, “hasta llegar a los 8.000 metros las grabaciones las hice con una cámara réflex de más de dos kilos de peso y a partir de esa altura con una cámara más ligera que funcionaba dándole a una manivela; siempre en 16 milímetros”, puntualiza.

Llegados a este punto cabe recordar que Diemberger, al que el gran Reinhold Messner definió como “el único que ha logrado sobrevivir a las distintas fases que marcan la ascensión a los ochomiles”, fue uno de los dos únicos supervivientes de la llamada tragedia del K2 que tuvo lugar en agosto de 1986 y en la que fallecieron cinco montañeros.

De hecho, Kurt perdió varias falanges de su mano derecha por las congelaciones sufridas en aquella trágica expedición, tras la que renunciaría a ascender más ochomiles (el K2 fue el sexto para él puesto que para entonces ya había subido al Broad Peak en dos ocasiones, Dhaulagiri, Makalu, Everest y Gasherbrum II).

Todo ello, sin olvidar que la del K2 no fue la única tragedia padecida por Diemberger en la montaña, ya que también tuvo que afrontar el descenso del Chogolisa después de que su compañero de cordada Hermann Buhl se precipitase al vacío desde la arista tras la fractura de una cornisa de nieve. Kurt habló por primera vez de ese suceso en El séptimo sentido; su último libro autobiográfico (publicado en 2007) en el que departe “sobre el arte de vivir la vida y sobre la importancia de tomar decisiones adecuadas en momentos oportunos”.

premio internacional Una vez finalice su estancia actual, Kurt Diemberger regresará el próximo mes de diciembre a Euskal Herria para recoger (en el marco del Mendi-Film Festival de Bilbao) el Gran Premio que la Alianza Internacional de Festivales de Cine de Montaña otorga anualmente a personas que a través de su trayectoria y trabajo han hecho significativas aportaciones a ese género cinematográfico.

El alpinista austriaco se muestra “muy contento” ante ese reconocimiento; al mismo tiempo que anima a todas las personas aficionadas al montañismo para que acudan a la cita del jueves en Azpeitia. Las entradas ya se pueden adquirir por 12 euros a través de la web kulturaz.eus o en el centro cultural Sanagustin (en taquilla costarán 15 euros).