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Sainz no cambia

El madrileño, que comandaba la clasificación, rompe el tirante entre el motor y la caja de cambios y vuelve a quedarse sin opciones en el Dakar

Sainz no cambiaFoto: Archivo

Donostia - La mala suerte volvió a cebarse con Carlos Sainz otra vez más. El madrileño dijo ayer adiós a todas las opciones de hacerse con el título del Dakar tras quedarse detenido varias horas en mitad de la etapa entre Belén y La Rioja debido a una rotura del tirante entre el motor y la caja de cambios. Al cierre de esta edición estaba esperando a la asistencia. Otro capítulo más para su libro de infortunios. El actual piloto de Peugeot sabe perfectamente lo que es quedarse con la miel en los labios y desde que corría en el Campeonato del Mundo de Rallyes comenzó a alimentar su leyenda negra con abandonos que impidieron aumentar su ya extenso palmarés. En la prueba de origen francés, las retiradas también se han convertido en una constante. En 2009, Sainz se despeñó por un barranco cuando tenía la victoria en su mano, en 2011 fue un socavón en el camino el que le dejó fuera, en 2014 un repostaje sin apenas dificultad le llevó a dar dos vueltas de campana y este año una avería mecánica fue la que le castigó cuando luchaba codo con codo con Stephane Peterhansel por llegar en la primera posición a Rosario.

Ser líder a los mandos de un Peugeot parece estar maldito en este Dakar. Sebastien Loeb fue el primero en mandar. El alsaciano deslumbró a todos en una primera semana de ensueño en la que aprovechó las pistas más similares a los rallyes del Campeonato del Mundo para sacar a relucir sus virtudes al volante y lograr numerosas victorias de etapa, dando una sensación de superioridad abismal. Pero entonces llegó la arena y la navegación. Ahí, Seb comenzó a pagar la novatada, a verse desnortado en el desierto. Primero perdió el liderato el lunes y ayer se quedó sin opciones tras quedarse encallado en la arena varias veces. A pesar de recuperar la cabeza de la carrera ayer, también lo ha pasado mal Stephane Peterhansel durante este Dakar cuando ha ido primero. Los incidentes de Loeb permitieron a Monsieur Dakar encaramarse hasta lo más alto, pero en la etapa del martes perdió el liderato tras vivir un mal día en el que corrió con la espada de Damocles al ser demandado por Mini debido a un supuesto repostaje ilegal que finalmente fue justificado y Peterhansel no fue sancionado.

Peugeot ha arrasado en este Dakar, logrando todas las victorias de etapa menos una, pero sobre la escudería del león planea una sombra de duda. En la edición de 2015 llegaron a Sudamérica tras realizar un gran desembolso y su participación fue un completo fracaso. Este año, la inversión no ha disminuido y las victorias han llegado una tras otra, sin embargo la fiabilidad no ha vuelto a estar a la altura y entre los cinco primeros clasificados solo se vislumbra un Peugeot, mientras Mini y Toyota repiten con dos vehículos en el Top 5 cada uno. El problema en la caja de cambios de Sainz se suma al que sufrió el propio madrileño el primer día con un capó caprichoso que le hizo perder más de diez minutos. Pero la mecánica no ha sido el único quebradero de cabeza para la escuadra francesa. Sus pilotos no han rendido como se esperaba de ellos, sin la regularidad necesaria para poder superar un Dakar. Despres sigue sin adaptarse a las cuatro ruedas y Loeb demostró que seguir la estela de Ari Vatanen, que ganó la prueba en su primera participación tras dominar en el mundo de los rallyes, no es tan sencillo.

Peterhansel es la última bala de Peugeot. El único capaz de defender su honor. Las cosas pintan bien para Monsieur Dakar, que aventaja en una hora a Al-Attiyah, pero la prueba es imprevisible y los fantasmas del enésimo imprevisto planean sobre la marca del león rampante.

Estreno de Svitko Por otra parte, Stefan Svitko logró su primera victoria en la categoría de motos aunque el liderato de Toby Price, salvo algún error de última hora, no corre peligro.