El Gipuzkoa Basket mide su fiabilidad en Manresa

donostia - Si algo cabe reconocerle y alabarle al Gipuzkoa Basket de esta temporada 2014-15 es su fiabilidad a la hora de competir contra sus rivales directos en la lucha por la permanencia en la Liga ACB. Situado en la 14ª posición de la tabla, hasta el momento ha disputado cinco partidos contra los cuatro últimos clasificados -dos frente a Andorra y uno contra Fuenlabrada, Manresa y Sevilla-, saldando todos ellos con victoria. Es decir, cinco triunfos y cero derrotas ante equipos de su nivel, un inmaculado balance que le permite, a falta del último tercio de la competición, tener una renta de dos victorias sobre la zona de descenso.

Le ventaja es buena pero ni mucho menos definitiva y esta noche el equipo de Jaume Ponsarnau tiene una de esas citas decisivas en las que pondrá a prueba su fiabilidad, ya que visita a partir de las 21.15 horas al Manresa en el Nou Congost. La importancia del choque es máxima y la diferencia entre ganar o perder, grande. Vencer permitiría al GBC dejar a los manresanos (a los que ya ganó en Illunbe por 82-75) a tres victorias más average. Perder, en cambio, haría que la tabla se apretara mucho. Eso sí, no sería lo mismo perder por menos de siete puntos o por más de siete, porque en estos casos el average tiene el mismo valor que el propio triunfo.

El GBC alcanza este duelo con la moral por las nubes después de la fantástica victoria lograda ante el Obradoiro y con la enfermería vacía -a excepción de Mikel Motos- ya que Dani Díez ya está recuperado y los demás se encuentran en buenas condiciones. Un día más, la labor del cuarteto formado por el propio Díez, Jared Jordan, Taquan Dean y David Doblas será clave, además de lo que puedan aportar los Will Hanley, Iarochevitch, Josep Franch y Jordi Grimau, quien jugó cuatro años en Manresa.

El conjunto catalán está entrenado por Pedro Martínez y el pasado domingo ganó al Unicaja. Tiene dos dudas para hoy: el tirador Grigonis y Roger Grimau, hermano de Jordi.

El partido será especial para Jaume Ponsarnau, que estuvo diez años en el club manresano, siete de ellos como primer entrenador.