Apagón y derrota
El GBC compite bien hasta el minuto 30, pero encaja un parcial de 12-0 en el último cuarto y pierde en su visita al Tenerife por 77-68
donostia - El Gipuzkoa Basket sigue sin poder despegarse del fondo de la clasificación después de perder por 77-68 en su visita de ayer al Iberostar Tenerife. El equipo de Jaume Ponsarnau plantó cara a su rival los tres primeros cuartos y en muchas ocasiones incluso llevó la delantera en el marcador, pero sufrió un tremendo apagón ofensivo en los cuatro primeros minutos del último cuarto, en los que encajó un parcial de 12-0, y ahí se esfumaron sus opciones de victoria. Una vez más, el GBC compitió bien -o al menos lo hizo durante la mayor parte del encuentro- pero perdió. La historia se ha repetido en las tres últimas jornadas, en las que las derrotas contra Gran Canaria, Joventut y Tenerife han llegado en choques que perfectamente podían haberse decantado del otro lado. Pero por uno u otro motivo, al cuadro guipuzcoano se le han escapado los tres y las derrotas empiezan a pesar en la clasificación: el balance de 3-9 lo sitúa a la par del Sevilla, que ahora mismo marca el descenso, y solo por encima de un equipo, el Manresa, que cierra la tabla con un 2-10.
Superado ya el primer tercio de la competición (12 jornadas de 34), ya no es ningún secreto que el GBC tiene un equipo muy justo, en el que las lesiones se acusan demasiado y todos tienen que rendir a un nivel óptimo para poder sacar adelante los partidos. Algo que por otra parte parece lógico teniendo en cuenta el presupuesto con el que circula el club este curso. Ayer, David Doblas y Taquan Dean se quedaron demasiado solos frente al Tenerife. Ambos firmaron 36 puntos (18 cada uno) del total de 68 del equipo. No brilló en ataque Dani Díez (tres puntos) ni Jared Jordan (dos con un 1/7 en tiros de campo). Sí sumaron los dos ala-pívot, Iarochevitch y Hanley, diez y nueve puntos, respectivamente. Pero en un equipo que no anda sobrado de recursos ofensivos, se echó en falta una mayor aportación de los citados Díez y Jordan, porque Motos, Olaizola y Huskic no son los indicados para asumir la responsabilidad en esa faceta del juego. Las lesiones, además, siguen sin dar tregua: Josep Franch no jugó y Jordi Grimau lo hizo mermado porque la espalda le impide estar al 100% físicamente. Muy pocos días ha podido contar Ponsarnau con todos sus efectivos, por no hablar de la cantidad de entrenamientos con menos de diez jugadores.
Tras el 0-2 inicial, la siguiente vez que el GBC se puso por delante en el marcador fue el 12-14 y en ese momento hasta cinco jugadores del equipo habían anotado. Pero la variedad de recursos quedó ahí y a partir de ese momento el equipo de Ponsarnau prácticamente vivió de los puntos de Dean y Doblas. Entre el escolta y el pívot anotaron los siguientes doce puntos y el Gipuzkoa Basket comenzó a hacerse dueño del partido (22-26). Especial mención para Dean, que además asistió, robó balones y forzó faltas. Su crecimiento -lleva cinco semanas anotando al menos doce puntos- es uno de los motivos para confiar en que el equipo guipuzcoano vuelva a ganar partidos. Grimau, Jordan y Huskic anotaron sus únicos puntos del día en el segundo cuarto y su aparición significó que el GBC se marchara por delante al descanso (35-40).
55-55 en el minuto 30 Un triple de Hanley puso el 39-43 pero otra vez los de Ponsarnau pasaron a depender en exceso de su inspirada pareja ayer. No volvieron a anotar ni el ala-pívot, ni Díez (que había metido el 7-7 y a partir de ahí nada), ni Jordan, ni Grimau. Cuatro pilares de este equipo que en los últimos 18 minutos contra el Tenerife no vieron aro. Ganar así se antoja casi imposible y menos a domicilio ante un rival superior en cuanto a potencial. Pese a ello, otra vez los puntos de Dean y Doblas, además de un triple de Motos, que jugó ocho minutos debido a los citados problemas físicos de Grimau, permitieron mantener la igualdad en el minuto 30 (55-55).
Para ese momento el escolta estadounidense -que contó la semana pasada a este periódico su dura infancia y su encomiable espíritu de superación- ya había anotado 18 puntos, cifra que no aumentó porque el Tenerife encontró la manera de frenarlo. Y bien que lo acusó el GBC, que se ofuscó totalmente en ataque y que en poco más de cuatro minutos del inicio del último acto encajó un parcial de 12-0 que le dejó ya sin opciones. Un partido que se escapó por un atasco que nadie pudo solventar. Una pena, porque del esperanzador 55-55 se pasó a un 67-55 ya imposible de remontar. Fallos en el tiro, pérdidas y una bajada de brazos en defensa que impidieron alcanzar los minutos de la verdad con opciones.
Surgió Iarochevitch, pero ya era demasiado tarde, y Doblas siguió sumando. Sin embargo, la derrota -novena de la temporada- era ya irremediable y el Gipuzkoa Basket llega a navidades en una incómoda situación clasificatoria. Aquellas tres victorias en cuatro jornadas quedan ya lejos y urge engordar la cuenta de triunfos. Las próximas cuatro jornadas, a disputarse entre el 27 de diciembre y el 11 de enero -Valencia en casa, Fuenlabrada fuera, UCAM Murcia en Illunbe y Sevilla a domicilio- pueden marcar para bien o para mal el futuro del GBC. Todo lo que no sea sumar un par de victorias en este intenso tramo del calendario puede suponer afrontar la segunda vuelta desde la zona de descenso, con todas las dificultades que eso conlleva. Ojo, que llega un momento clave de la temporada y el equipo guipuzcoano continúa con algunas piezas sin encajar.