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Mejoría improductiva

el gbc da la cara en el escenario más difícil, en málaga y con tres lesionados, pero encaja la quinta derrota de la temporada (74-59)

Mejoría improductivaFoto: Efe

El partido no pintaba nada bien. El Gipuzkoa Basket afrontaba la visita al Unicaja, invicto hasta el momento, con las conocidas bajas de Iarochevitch y Dani Díez, a la que se sumó a última hora la de Jordi Grimau, con problemas en una rodilla, lo que añadía más dificultades a un choque ya de por sí tremendamente complicado. Cabía la posibilidad de que el equipo de Jaume Ponsarnau se llevara una buena paliza del Martín Carpena. Pero no fue así. Perdió, vale, y lo hizo por una diferencia bastante abultada (74-59), pero los guipuzcoanos ofrecieron una imagen muy mejorada respecto a su flojísimo inicio de campaña. Tan sólidos en defensa como contra el Barça, pero algo más fluidos en ataque y con casi todos los jugadores que estaban disponibles dando un paso adelante. Fue una mejoría que ayer no se tradujo en victoria y el balance se sitúa ya en un preocupante 0-5, pero es un buen punto de partida para confiar en que el equipo empiece a ser competitivo de verdad a partir de ahora.

Tiene mérito lo que hizo el GBC, ya que debía hacer frente a uno de los tres o cuatro mejores equipos de la ACB con la baja de su jugador más en forma, Dani Díez, y de dos piezas importantes en la rotación, Iarochevitch y Grimau, lo que dejaba una plantilla cogida con pinzas, con Xabi Oroz como noveno hombre y los jugadores de segunda e incluso tercera unidad obligados a dar la cara y a arropar a la columna vertebral del equipo -Jordan, Doblas y Dean-, por cierto también en entredicho por su irregularidad. Y lo cierto es que todos cumplieron. Jordan dirigió a su equipo mejor que nunca, Doblas batalló con fiereza en los dos aros -aunque otra vez le faltó más acierto-, Hanley volvió a sumar buenos números, Franch mejoró su pobre inicio de curso, Motos firmó su mejor actuación en la ACB e incluso Olaizola y Huskic mantuvieron el tipo. Hasta Oroz dio la talla en su estreno en la máxima categoría. Faltó por unirse Dean, con un pobre 3/11 en tiros de campo. Y bien que echó en falta el equipo sus puntos.

Lo que se antojaba inviable a priori, ganar en Málaga, pareció posible durante muchos minutos, más o menos 32. Porque salvo la recta final del encuentro, el Gipuzkoa Basket soñó con ganar a un rival muy superior en físico, calidad y rotación, lo que habla muy bien de la actitud de los hombres de Ponsarnau. Han empezado mal la temporada, pero desde luego se nota que están poniendo toda la carne en el asador para dar la vuelta al 0-5 actual. La mejoría en defensa ya es palpable. Se notó contra el Barcelona (57 puntos encajados) y se confirmó ayer (74, aunque solo 52 en 32 minutos). Sigue faltando equilibrio, porque cuando la defensa funciona el ataque se queda corto. 43 puntos ante los blaugranas en un día para olvidar y algo mejor, 59, ayer. Sigue siendo una cifra baja, en cualquier caso, y que debe ser mejorada rápidamente para estrenar el casillero de triunfos. Cierto es que faltaban jugadores que pueden sumar mucho en este apartado como Iarochevitch, Dani Díez y Grimau, pero también que Dean y Doblas, las dos indudables referencias ofensivas de este GBC, no tuvieron acierto ayer de cara al aro (8/23 en tiros de campo), algo que se puede trasladar a toda la temporada (15/38 el pívot y 17/54 el escolta).

igualdad El Gipuzkoa Basket saltó a la cancha del Carpena muy concentrado y mantuvo a raya al Unicaja desde el principio. El 8-5 mediado el primer cuarto dio paso a las primeras ventajas visitante con dos canastas seguidas de Doblas (8-9) y un triple de Jordan (10-12). El equipo de Joan Plaza igualó al término del primer cuarto (15-15), pero parecía que el GBC estaba mejor plantado en la cancha y esa sensación se trasladó al marcador en el segundo cuarto. Los de Ponsarnau, muy sólidos atrás e incluso saliendo al contraataque, llegaron a ponerse con ocho puntos de renta (20-28) en el minuto 16. Un triple de Jordan, otro de Dean, un 2+1 de Hanley y sendas canastas de Doblas y Franch sellaron los mejores minutos guipuzcoanos. La pena fue que el Unicaja reaccionó, dejó en blanco al GBC y se marchó al descanso con un 30-28 a su favor tras un parcial de 10-0.

La dinámica se mantuvo en el inicio del tercer cuarto, con dos canastas seguidas del Unicaja, pero un triple de Dean cortó esta dinámica negativa y los de Ponsarnau volvieron a hacerse dueños del partido gracias al impulso de Franch y Motos, que se combinaron para lograr nueve puntos entre ambos y poner de nuevo a su equipo por delante (39-41). El GBC transmitía una inmejorable sensación, pero el Unicaja volvió a encontrar la inspiración en ataque y acabó el tercer cuarto con ventaja (50-46).

Una nueva canasta de Motos, tan inspirado atrás como suelto en ataque, puso el 50-48. El Gipuzkoa Basket quería aferrarse a sus opciones, pero ahí se le acabaron las fuerzas, ya que encajó nueve puntos seguidos que situaron la desventaja en once tantos (59-48). La mayor profundidad de banquillo del Unicaja y su superioridad física, reflejada entre otros aspectos en el rebote (44 contra 32), empezaron a notarse cuando flaqueó el mermado GBC, que aún fue capaz de ponerse a siete (59-52) con Jordan en plan jugón, pero que ya cayó sin remedio hasta el 74-59 final. Una derrota esperada, quizás demasiado amplia para los méritos del equipo de Ponsarnau, pero que al menos puede suponer un buen punto de partida hacía una mejoría definitiva. El Morabanc Andorra, el sábado en Illunbe, supondrá un examen para la verdadera capacidad de esta plantilla. Habrá que ver si están Iarochevitch, Dani Díez y Grimau, y si el equipo da la talla.