“No hemos conocido nunca un ambiente tan espectacular en San Juan como el de esta ‘Concha”
Josune y Aitor Ugarte, hermanos y remeros de San Juan, viven los días previos a la jornada final de La Concha con la “ilusión” de celebrar el domingo algo histórico
donostia - El remo ha sido un deporte fraternal desde sus inicios. Hermanos arraunlaris los ha habido siempre; los había -y hay- incluso que, sin ser de sangre, lo eran de corazón. Esta práctica centenaria es parte vital del pasado y el presente de la familia Ugarte. En su seno, dos hermanos, Josune y Aitor, de 23 y 22 años, respectivamente, han logrado algo inimaginable hace menos de una década: entrar ambos, cada uno con la trainera de su sexo, en La Concha. Además, en las tostas de un histórico, el de su pueblo natal, San Juan. La mayor, bisnieta de batelera, puede ser este domingo parte del primer bote rosa femenino campeón en la bahía. Los nervios y las ilusiones son difíciles de esconder en su casa.
¿Cómo están viviendo esta semana?
-Aitor Ugarte: Está siendo una semana muy dura, porque nuestro entorno no nos permite relajarnos todo lo que querríamos. El pueblo está revolucionado. Las farolas están engalanadas, en las tiendas se han agotado las banderas, hasta el punto de tener que traer rollos de tela rosas para poner algo... Es imposible desconectarte.
-Josune Ugarte: Al final sabemos que nos jugamos la Bandera de La Concha a una sola regata y que no sirve de mucho ese segundo del domingo pasado. Se está haciendo larga la semana, pero vaya, con muchas ganas de competir.
Pues si en el pueblo están así, en casa...
-A.U.: Buf... En casa este es un tema tabú.
-J.U.: ¡Los aitas viven más estresados que nosotros! Yo nunca les había visto así.
-A.U.: Creo que lo están pasando hasta mal.
-J.U.: Nos dicen que parece que reman ellos. En verano, cuando ganábamos, les felicitaban a ellos y ahora les preguntan qué tal estamos, qué tal hemos entrenado...
-A.U.: Hoy mismo (por ayer), mi ama me ha confesado que “para que yo, que duermo aunque haya una guerra fuera de casa, me esté levantando mal, sin poder dormir en toda la semana...”
¿Y esta situación, Aitor, no le crea algo de celos?
-A.U.: Qué va, para nada. Sí es verdad que hace una década, cuando yo empecé a remar, ni se completaba un remo femenino, aparte de las trainerillas, y sí que viví la situación de escuchar eso de “bueno, pues de mayor a la trainera, ¡eh!”. Ahora ella se ha hecho mayor y lo ha ganado todo.
Ante sí, Josune, una oportunidad idílica de ganar La Concha. ¿Cómo controla los nervios?
-J.U.: No hago mucho por controlarlos. Es verdad que, te pones a pensar, y es una cosa tan grande la que puedes ganar que siempre se te ponen un poco de cosquillas en la tripa, pero luego controlamos muy bien los nervios en el equipo. Es más la presión que te mete el entorno o el pueblo que la que tenemos dentro del equipo.
Como hermano, ¿cómo lo lleva?
-A.U.: Se pasa mal. Ya le digo que gane por mi propio bien, que luego me toca remar a mí... El domingo pasado estábamos estirando y, al darse la salida, todo mi equipo se fue al Aquarium a ver la regata. Yo no, me bajé a la rampa, me senté y no quería saber nada. Recé a la Vírgen de Guadalupe... No puedo verla, es muy duro. El domingo igual me quedo en los vestuarios.
En su caso, tienen la posibilidad de ser quintos. También hay ahí una pugna importante por la que competir.
-A.U.: Sin duda. Tenemos unos objetivos muy claros tanto en La Concha como en la Liga. El domingo, los seis segundos de Portugalete no me parecían muchos pero, según pasa la semana, se me están haciendo más largos. Tenemos en la cabeza la regata de la clasificatoria, que fue la regata soñada. Pensamos en salir fuertes, coger la proa rápido, porque eso, psicológicamente, puede hacer daño a Portugalete.
De lograr remontar esa desventaja, ¿sería un éxito terminar solo por detrás de los cuatro ‘gallos’?
-A.U.: Sería algo increíble. Este año tenemos el pequeño hándicap de que, a pesar de que estamos haciendo una de las mejores campañas en mucho tiempo, está quedando algo en la sombra por el temporadón de las chicas. Vamos a ser cuartos en Liga, porque vamos a pasar a Cabo da Cruz... Es algo espectacular. En junio, el objetivo que nos puso Joseba Fernández era mejorar el puesto en Liga y entrar en La Concha, con lo que hemos cumplido con creces, manteniendo además una gran regularidad.
El emotivo abrazo que se dieron el jueves, tras la clasificación de ambos, es una de las imágenes de esta Concha. ¿Qué se les pasó por la mente?
-A.U.: Ya el año pasado teníamos opciones de entrar, pero nosotros nos quedamos fuera. Desde hace semanas comentábamos que ella (Josune) me iba a esperar en la rampa. Para lo bueno o para lo malo, llorando de alegría o de tristeza, pero que estaría. En La Concha es la primera vez que entro y, bueno, todos los años son especiales, pero el recuerdo de la primera vez no se me va a olvidar nunca.
-J.U.: Yo hasta que no terminó la regata no me fiaba mucho, pero estoy muy feliz porque consiguieran entrar.
En ese sentido, la foto a punto estuvo de no hacerse por un discreto primer largo de la ‘Batelerak’. ¿Qué les pasó, Josune?
-J.U.: Mucha gente me ha preguntado por ello, y el domingo, después de ganar, también insistían en ver si le habíamos dado la vuelta a la situación. La verdad es que no pasó nada especial el jueves, no nos salió nuestra mejor regata, pero tampoco dentro del bote pensábamos que íbamos a un solo segundo de quedarnos fuera. Como entramos a meta justo después de Meira, y sabíamos que les habíamos ganado por poco, no hubo una gran tensión por poder quedarnos fuera.
Pero en ciaboga estaban fuera.
-J.U.: Sí, es verdad. Igual por los nervios que tenían algunas no conseguimos abrir la remada como lo solemos hacer habitualmente, pero tampoco estuvimos tan lejos y, por suerte, todo salió bien.
Justo lo contrario que ustedes, Aitor. Vaya primera ‘txanpa’...
-A.U.: Teníamos claro que el año pasado nuestro fallo había estado ahí, y remamos con el objetivo de llegar a la ciaboga dentro de los siete. Delante salieron Tirán y San Pedro, que eran nuestros máximos rivales para clasificarnos, y al minuto 3 ya nos dijeron que les sacábamos algunos segundos. Ahí te vienes arriba y todo funciona mejor. Aun así, tuvimos un momento malo en meta ya que celebramos el pase creyendo que habíamos ganado a Portugalete y, cuando nos dijeron que no, hubo algo de nerviosismo pero, al final, entramos.
Ambos tienen grandes entrenadores, pero destaca Juan Mari Etxabe. Un míster que lo ha ganado todo. Josune, ¿cómo es entrenar con él?
-J.U.: En invierno hemos tenido entrenamientos parecidos a los que teníamos con Ander Otero, pero este año se nos ha aumentado un punto la exigencia. Cada entrenamiento más. Nos decía que “la primera serie quiero que sea la mejor y la última la peor, porque eso significará que estáis reventadas”. En el trato de entrenador pensaba que era una persona mucho más seria. Tiene su punto gracioso y de meter cizaña, sabe muy bien hacer equipo.
Como personaje mítico del remo, y que sabe lo que es ir como favorito a La Concha, ¿Etxabe les dio algún consejo especial el domingo?
-J.U.: Antes de la clasificatoria ya nos dijo que el objetivo era entrar, no el puesto, porque el domingo la regata comenzaría de cero. En ese sentido, lo que creo que hizo muy bien es concentrarnos en el autobús, aislándonos del ambiente de la rampa. Salimos directas a embarcar, concentradísimas. Nos da un punto de confianza en que, si hacemos las cosas como nosotras sabemos, vamos estar ahí arriba. Lo dice tan seguro que te hace salir convencida de ello.
¿Y a ustedes Joseba Fernández?
-A.U.: Bueno, llegamos a La Concha en nuestro mejor punto físico de toda la temporada y, más que decir algo, sí que le notamos ambicioso a Joseba. Nos comentaba en la previa que habíamos entrenado muy bien y que teníamos que entrar sí o sí.
En el bote aúnan veteranía y juventud, Aitor. ¿Se aprende mucho con Jon Ormazabal de patrón y Joseba Fernández justo delante suyo en el bote?
-A.U.: Sin duda. En mi caso, siempre intento acoplarme a la remada de Joseba, porque es alguien que es muy bueno, que en el remo tiene nombre y que sabemos que es un privilegio que nos entrene. Además, es alguien que confía ciegamente en sus remeros. Te lo transmite, te lo crees y eso te da un punto de motivación importante.
Y el domingo, ¿qué condiciones de mar prefieren?
-A.U.: Por mi hermana, prefiero que esté bare, porque en nuestro caso, si hay mala mar o si no, tenemos que ganar como sea. Solo pido un poco de suerte en la calle y que, si nos toca la uno, que no haya diferencias entre calles.
-J.U.: A mí me han dicho que va a estar parecida a la del domingo pasado, pero, en definitiva, vas a tener que remar con las condiciones que haya y por la calle que te toque. Ahora, por preferir, mejor que esté totalmente bare porque durante la temporada todas las traineras hemos estado muy igualadas y con oleaje puede pasar de todo.
-A.U.: Te arriesgas a que tú puedas sacarle diez segundos a alguien, pero también a que te los saquen a ti.
¿Alguna superstición?
-A.U.: Bueno, tenemos familia en Hondarribia y hemos ido a la novena de Guadalupe. El viernes, después de la clasificatoria, fuimos a las dos -hay una a las 6 de la mañana y otra a las 8- por la promesa de que, si pasábamos, iríamos. También los remeros vamos a mandar el domingo flores al Santo Cristo de Bonanza, que coincide su día con la segunda jornada, y es un cristo muy relacionado con el mundo del remo en San Juan, donde en su iglesia se exponen las banderas de La Concha, y luego yo, personalmente, siempre llevo en el bote a la Vírgen de Guadalupe, al Santo Cristo de Bonanza...
-J.U.: Por si empujan un poco... (Ríe).
-A.U.: Suelo decir que un día vamos a hundir la trainera con todos los que llevamos dentro.
-J.U.: Yo, por si acaso, fui a la novena, no vaya a ser que les ayude solo a ellos.
¿Un deseo para Josune?
-A.U.: Que disfrute, porque va a ser un día grandísimo para San Juan. El pueblo está volcado, hay muchas ganas de bandera, y espero encontrármela en la rampa con ella a cuestas para poder abrazarla y celebrar juntos el triunfo.
¿Y uno para Aitor?
-J.U.: Que entren primeros en meta, que se disfruta muchísimo con ellos.
Si la ‘Batelerak’ sale vencedora, San Juan explota, ¿no?
-A.U.: Si ganan, va a ser la primera gran celebración de San Juan desde La Concha del 99. No hemos conocido nunca un ambiente tan espectacular en el pueblo. Puede ser increíble.
-J.U.: Han puesto una tienda del club y todos los días la gente entra a comprar banderitas, camisetas...
-A.U.: Al final, San Juan es remo, y el domingo va a estar todo el pueblo en el muelle. Hay gente joven que puede ser la primera vez que vea a San Juan ganar una Concha. Quiero ver a todos aquí animándonos.
Vaya chasco, entonces, si no lo logran.
-J.U.: Creo que la afición nos va a animar igual.
-A.U.: Bueno, sí sería un palo grande para nosotros... Pero lo han ganado todo este año, no se les puede exigir más.