donostia. El 4 de diciembre Sébastien Gonzalez iba a cumplir quince años como pelotari profesional. Una carrera en la que no ha salido de la disciplina de Aspe, donde reconocen que "ha sido un pelotari importante". No en vano, entre su palmarés destaca un Cuatro y Medio que venció con autoridad ante Juan Martínez de Irujo y que fue la primera txapela individual para Iparralde. Después de los últimos sucesos con la empresa, que han supuesto un trance a las dos partes, el potente delantero azkaindarra cuenta a este periódico cómo se siente y sus posibilidades de cara al futuro.

Lo primero, ¿cómo se encuentra en estos momentos?

Estoy más tranquilo. Estos últimos meses han sido muy duros y de esa parte me quedo más tranquilo. Es lo mejor.

Se había tornado una situación incómoda y lo ideal era terminar con ella, ¿no?

Yo me sentía muy incómodo. Siempre ha habido alguna cosa. Pero la otra parte ha quedado contenta y yo, por la mía, también.

Es el final.

Pasa lo que pasa en la vida. Nunca se sabe. En la vida siempre pasan unas cosas u otras, ya sea el que está en el mundo del deporte como en cualquier otro trabajo.

Y la situación complicada también ha terminado.

Sí, ha sido una época bastante dura y cuanto antes se acabe mejor.

¿Es un modo de volver a respirar y sentir tranquilidad entonces?

Sí, sin duda. Siento mucha más tranquilidad, porque siempre entras con tensión, juegas con tensión y demás y eso se hace muy complicado para el deportista.

Desde que sucedió todo lo del Parejas de 2012 hasta ahora se observaba desde fuera que había una situación de mucha presión.

Sí, pero ya sabemos que hay que jugar con presión todos los días, aunque sean partidos de competición o no. Por mi parte, a eso estaba ya acostumbrado.

Cuenta que han sido meses complicados para usted estos últimos en la disciplina de Aspe.

La verdad es que sí. Pero ahora toca dejar todo atrás. Hemos llegado a un acuerdo y toca mirar hacia adelante.

Echar un vistazo al futuro entonces.

Jugar a la pelota y vivir de la pelota está súper bien, es una gran experiencia, y estoy muy agradecido. Pero para estar como en los últimos días, semanas y meses y competir así, cambiar de aires está bien.

¿Considera que aún le queda mucha pelota en las manos, mucho por dar?

Eso lo tiene que decir la gente, pero yo también. Si sigo entrenando y preparándome creo que con 36 años puedo seguir jugando todavía. Más de una vez he demostrado el nivel que tengo. Últimamente no he tenido esa suerte, pero así es. Me van a repetir un millón de veces esas cosas, pero el tema está atrás y ahora hay que dejarlo allí.

¿Algo pensado para el futuro?

Vivir y seguir con la empresa de talos que tengo. Quiero alargar, el tema, mejorar todo, y si puedo jugar a la pelota, ¿por qué no? Las semanas dirán. El viernes cortamos el contrato, está todo muy verde y las semanas y los meses van a decir qué sucede.

¿El trinquete puede ser una de las opciones que baraja de cara al futuro?

No lo sé. Durante los últimos quince años he jugado en frontón de pared izquierda y en trinquete hay que jugar mucho. Es una modalidad distinta y hay que jugar mucho dentro. No sé si voy a seguir en el frontón, trinquete o nada. De momento no lo sé.

¿Cómo valoras la carrera deportiva que ha vivido?

Ha habido de todo: momentos duros, momentos de gloria y momentos de todo. Yo hubiera querido más txapelas. Pero creo que he hecho mi camino y han sido cosas buenas. Estoy feliz de lo que he hecho.

Debutó hace quince años en su pueblo, en Azkaine, ¿evoca algo del debut?

Fue un momento súper agradable. Ya en estos últimos días me están pasando muchas cosas por la cabeza, mucha movida.

Le entran recuerdos.

Sí. Muchos. De la gente, de las personas que están detrás de mí, de todo, de campeonatos, de lesiones... Hay muchas cosas que contar. Una carrera, ¿no? Me han pasado un montón de cosas.

No todos pueden decir que están casi quince años como pelotaris profesionales. Eso ahí queda, ¿no cree?

Quizás en los últimos tiempos eso se ha complicado. Pero sí, ahí queda. Jugar quince años y en la misma empresa es buena señal.

Y una txapela del Cuatro y Medio de Primera.

Y otra del mano a mano de Segunda y una final del Parejas, también. Yo creo que he marcado página; no como los grandes, pero he marcado página.

Aquella final de la 'jaula' en 2009 fue increíble.

Sí. Llegar en el momento con todo bien: la cabeza, el cuerpo..., y ganar contra Juan era algo muy complicado, pero lo conseguí.

¿Era su mejor momento deportivo?

Puede ser. En diciembre fui campeón y en marzo llegué a la final del Parejas de 2010. Yo creo que las temporadas 2009 y 2010 fueron las que di mi mejor nivel.

¿Algo se le queda en el tintero deportivo en su carrera?

Llegar a la final del Manomanista. He estado cinco o seis veces en la semifinal y siempre me ha pasado algo. Dos veces me lesioné. No he tenido tanta suerte deportivamente, pero no me puedo quejar tampoco.

Uno se lleva entre los recuerdos, amigos y gente.

Encontré muchas personas buenas y gente con la que tengo muy buena relación a día de hoy. Se aprende mucho del deporte. Uno se tiene

que quedar con eso, que es lo que perdura.