Triste adiós a la ACB
El lagun aro cierra la temporada recibiendo una paliza ante el real madrid (100-67) Es la cuarta derrota más abultada encajada por el club guipuzcoano en sus seis temporadas en la Liga ACB
donostia. Se acabó. La agónica temporada 2012-13 por fin echó el cierre ayer y lo hizo con una contundente derrota (100-67) frente al Real Madrid, el líder de la categoría, que no dudó en demostrar su superioridad frente al segundo peor equipo de la ACB, que además llegaba a la cita diezmado de efectivos. Fue un triste cierre para una temporada igual de triste, saldada con el segundo descenso en seis años después de un curso repleto de problemas del principio al final, pésimo en lo deportivo y que ha acabado con un balance de ocho victorias y 26 derrotas en 34 jornadas, igual de malo que el del primer descenso, el registrado en la temporada 2006-07. La LEB espera a un club que ni ha recibido los apoyos económicos necesarios para competir con solvencia en la elite ni ha hecho bien los deberes a la hora de fichar. Solo los problemas ajenos le pueden dejar entre los 18 mejores.
El Lagun Aro había echado el resto ya el pasado jueves en Illunbe frente al Barcelona. Ante su público, y pese a medirse al Barcelona sin los lesionados Qyntel Woods, Ekene Ibekwe y Mikel Motos, el equipo de Sito Alonso hizo un esfuerzo supremo para ganar un partido que se le escapó por un afortunado triple de Erazem Lorbek en el último segundo. Ayer el equipo guipuzcoano probablemente llegó al Palacio de los Deportes madrileño ya derrotado, con la moral por los suelos, y el resultado fue un 100-67 que supone su cuarta derrota más abultada en su historia en la ACB, un ranking liderado por el 98-50 que encajó este mismo equipo el 6 de enero en el Palau.
Tras un primer cuarto de tanteo, que acabó con 18-14, el Real Madrid empezó a poner tierra de por medio en el segundo acto gracias a la entrada de Jaycee Carroll, que anotó doce puntos en apenas seis minutos y permitió a su equipo marcharse al descanso con una cómoda renta en el marcador (45-28). En los primeros 20 minutos, el Lagun Aro naufragó por completo en ataque y solo metió diez de los 32 tiros a canasta que intentó. Paunic y Finley, con 15 puntos entre ambos, eran los únicos con algo de acierto en el plano ofensivo.
El Real Madrid no se jugaba nada en el envite salvo acabar la Liga Regular con buenas sensaciones de cara al play-off, pero su propia dinámica le hizo ir aumentando la ventaja. En la reanudación surgió Sergio Llull, que anotó catorce puntos en el tercer acto para hacer que la brecha empezara a ser ya muy grande (73-50) pese a los intentos de Doblas, Salgado y Finley.
Lo peor, sin embargo, vino después con un parcial de 11-0 que hizo que el marcador empezara a ser escandaloso (84-50) y que un par de minutos después (92-52) recordara al fatídico partido en el Palau, saldado con una desventaja de 48 puntos. Pero esta vez, al menos, el Lagun Aro reaccionó en los últimos cinco minutos para perder por 33 puntos y no sufrir un bochorno como el del pasado 6 de enero. Los números, en cualquier caso, demuestran la tremenda diferencia entre ambos contendientes ayer: el Real Madrid acabó con 129 puntos de valoración y el Lagun Aro, con 37, 27 de ellos sumados entre Doblas y Finley. El pívot anotó doce puntos y cogió once rebotes para ser de nuevo el mejor de un equipo que se va con todo merecimiento a la LEB después de un curso para olvidar. Comienza ahora una postemporada larga e igual de agónica, pero que puede tener premio.