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Las bolas calientes son para 'Salgadovic'

Una monumental exhibición del capitán, autor de quince puntos en el último cuarto, permite al Lagun Aro derrotar al Murcia en un sufrido encuentro y seguir así en la carrera por la salvación

Las bolas calientes son para 'Salgadovic'J. Colmenero

donostia. El Lagun Aro GBC sigue haciendo realidad el sueño de la permanencia. El equipo de Sito Alonso sufrió, pero ganó, que es lo que cuenta, al UCAM Murcia (86-78) y sumó así su tercer triunfo consecutivo, cuarto en las cinco últimas jornadas, una racha que le otorga un tremendo impulso en una lucha por la salvación de la que hace no mucho, concretamente mes y medio, parecía totalmente descabalgado después de haber ganado solo tres de los primeros 20 encuentros ligueros. Un par de retoques de calidad en la plantilla y un carácter positivo y batallador liderado por un entrenador con mentalidad a prueba de bombas han obrado el milagro y el GBC parece muy capaz de dejar dos equipos por detrás a final de curso. Los jugadores se lo están creyendo e Illunbe también.

En este giro de 180 grados que ha experimentado la temporada se han destacado últimamente muchos nombres: Paunic y Finley por su indudable aportación desde que llegaron, Woods por su resurrección, Doblas por su importancia en las dos zonas... pero hay un nombre propio que está brillando por encima de todos: el del capitán Javi Salgado, simplemente imperial en los dos últimos choques contra el Fuenlabrada y el Murcia, en los que se ha echado el equipo a las espaldas, conduciéndolo a dos victorias clave. Si en la cancha madrileña lideró el parcial de 0-11 en el último cuarto que encarriló el triunfo, ayer sus 19 puntos en los doce últimos minutos -quince en un cuarto final para enmarcar- dieron la vuelta a un duelo que se había complicado muchísimo y en el que una derrota habría supuesto un mazazo.

La cifra de 19 puntos en doce minutos ya es bastante impresionante por sí misma, pero lo es más teniendo en cuenta lo que había pasado antes. Porque Salgado llevaba un día para olvidar. El base de Santutxu se había estrellado ante la zona planteada por el Murcia y había fallado sus seis primeros lanzamientos, cinco de ellos triples. Un dato para echar atrás a cualquiera. No a Salgado, que es un jugador especial. De los que asume la responsabilidad. De los que se juega las bolas calientes, en las que se decide un partido o incluso una temporada. En su partido 300 en la ACB demostró que su fama de killer en los instantes decisivos está más que justificada. En lugar de venirse abajo, siguió tirando. Y metió tres triples consecutivos entre el final del tercer cuarto y el inicio del último que empataron el marcador a 59 cuando antes de su racha el Murcia ganaba por cinco (49-54). Y luego anotó un 2+1. Y luego dos tiros libres. Y después dio una asistencia a Guille Rubio que supuso el 73-67. El partido que estaba cuesta arriba se había puesto de cara gracias a la inspiración de Salgado, un capitán de diez y un jugador que ayer exhibió talento y carácter a raudales. Sus datos en el último cuarto abruman: quince puntos, una asistencia, un balón robado y cuatro faltas recibidas. Pero lo mejor de todo es que lo hizo cuando antes no había metido ni una y en un partido tenso de verdad. Grande. Si se llamara Salgadovic y se hubiera formado en la cantera del Partizan su fama de killer sería notable en toda Europa. Pero nació en Santutxu y es el capitán de un club guipuzcoano que no hace mucho ruido en la ACB. Casi mejor, porque así puede seguir ganando partidos como el de ayer en Illunbe.

La brillante aparición de Salgado decantó a favor del Lagun Aro un partido raro, de rachas, con momentos brillantes y otros de mucho, mucho sufrimiento. El equipo de Sito empezó como una moto y dio la vuelta a un 2-9 de inicio con un parcial de 26-4 que dejó el marcador en 28-15 al término del primer cuarto con una defensa muy intensa, que permitió a los jugadores salir al contraataque en muchas ocasiones y romper así la resistencia visitante. El choque parecía bastante encarrilado, pero el Murcia se puso en zona y el Lagun Aro se atascó. De jugar alegre pasó a bloquearse totalmente, lo que le hizo abusar del triple y perder la intensidad en defensa. El resultado fue un parcial de 10-25 que dejó el partido igualado al descanso (38-38).

seis abajo La cosa no cambió en la reanudación y el Lagun Aro siguió sufriendo muchísimo ante la zona planteada por Óscar Quintana. Un par de pérdidas de Neto, falto de ideas ayer, provocó que el Murcia, liderado por el eléctrico Joe Ragland, empezara a coger rentas preocupantes (43-49). Los locales estaban absolutamente perdidos y solo el buen hacer de Papamakarios, con tres triples en el tercer cuarto, evitó que el partido se escapara de las manos definitivamente. El griego fue un día más un jugador determinante. Su papel en este equipo está muy por encima de los números pero si además, como ayer, anota 19 puntos incluidos cinco triples... Papamak alcanza el tramo final liguero en plena forma y ese es otro argumento a favor del sueño de la salvación.

Los esfuerzos del escolta griego y el inicio de la exhibición de Salgado permitieron que el duelo siguiera abierto (53-57) en el minuto 30. Eso sí, la última jugada del tercer cuarto trajo consigo una desalentadora noticia: la lesión de Qyntel Woods, que se hizo un esguince de tobillo al luchar por un rebote. Pero, ante esta adversidad y un marcador en contra, surgió el mejor Salgado para liderar un parcial de 33-21 en el último cuarto que hizo posible un triunfo vital. La victoria en sí es una excelente noticia, pero adquiere un valor mayor teniendo en cuenta que se logró sin Woods en los minutos decisivos y con una versión menos acertada de Finley. El Lagun Aro probablemente no jugó tan bien como una semana antes en Fuenlabrada, pero un día más hizo gala de una destacable fortaleza mental que, en la lucha por la salvación, puede ser muy importante. Eso, y tener a jugadores como Papamakarios y Salgado. Qué lujo.