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Yoana es ahora maestra

La donostiarra es, desde el pasado verano, la técnico responsable del centro de tecnificación de bádminton de Marianistas

Yoana es ahora maestraN.G

en uno de los fondos del polideportivo de Marianistas, colegio situado en la cuesta de Aldapeta, cuelga un cuadro suyo: "Yoana olímpica". Se refiere a Pekín 2008, cuando la donostiarra Yoana Martínez hizo historia al ser la primera jugadora a nivel estatal en ganar un partido en unos Juegos Olímpicos. Su victoria ante la australiana Erin Carroll le hizo ser una pionera en un deporte que suele estar en la sombra, que es muy poco común fuera de Asia. Tanto que, cuando ella empezó a practicarlo a los trece años, Marianistas era el único colegio en Donostia con instalaciones para poder jugar.

Ahora, casi dos décadas después, ha regresado a Marianistas. Pero esta vez no para aprender, sino para enseñar. Yoana ha dejado de lado su carrera deportiva y es, desde este pasado verano, la técnico responsable del Centro de Tecnificación de Bádminton que acoge el colegio donostiarra, uno de los apenas siete centros que hay a nivel estatal junto con los de "Madrid, Andalucía, Oviedo, Galicia, Ibiza y Alicante", según repasa la propia Yoana Martínez.

Centro de tecnificación suena pomposo. Pero las instalaciones no tienen nada de lujosas. Hace frío porque no hay calefacción, y Yoana y compañía no pueden entrenar hasta las 19.00 horas porque antes es el turno de los equipos de baloncesto del colegio. Cuando acaban, despliegan las redes de lado a lado del pabellón y ya tienen listas las nueve canchas para empezar a entrenar.

"El proyecto lleva dos años, y yo estoy aquí desde el verano. Es un centro de tecnificación reconocido por el Gobierno Vasco. Ahora mismo no tenemos ninguna subvención, pero trabajamos como un centro de tecnificación normal", explica la exjugadora. Los centros están bajo la supervisión de la Federación Española de Bádminton, que ha dividido el trabajo con los jóvenes en dos grandes categorías: los sub'15 y los mayores de esa edad. Los primeros se engloban en el programa Se busca campeón. A partir de esos quince años se hace una criba y en los siete centros de tecnificación se trabaja para que algún jugador logre hacerse un hueco en el circuito profesional.

dedicación importante

Dos o tres horas de entrenamiento todos los días

El trabajo es intenso a las órdenes de Yoana y el resto de técnicos -Gorka Moso, a cargo de los sub'15; el preparador físico, Andoni Azurmendi, y Rubén Berasategi-. "Los martes y los jueves hacemos una sesión y los lunes, miércoles y viernes, doble, con entrenamientos al mediodía y a la tarde. Los días de doble sesión estarán entrenando tres horas y los de una sesión, cerca de dos horas", explica Yoana refiriéndose a los "doce-trece" jugadores mayores de quince años. Los menores, alrededor de diez, entrenan "algo menos", pero todos se toman "muy en serio" las sesiones de entrenamiento: "Son muy autónomos y saben lo que tienen que hacer", lo que se confirma poco antes de las 19.00 horas, cuando Yoana sigue atendiendo a este periódico y todos los chavales y chavalas calientan y estiran de forma responsable y ordenada sin que nadie tenga que alzar la voz.

Los resultados saltan a la vista, ya que los jugadores de Marianistas están entre los mejores de toda España. La Federación, que hace un seguimiento bastante exhaustivo de los jugadores organizando y financiando concentraciones puntuales, evalúa a los sub'15 de una curiosa manera: "Otorga un color por cada golpe que domina el jugador. Es como el kárate con los cinturones. Y Marianistas es el centro donde más colores hay", dice orgullosa la exjugadora. Entre los mayores, hay varios que están dentro de la selección estatal en categorías inferiores, además de formar la selección vasca. El que más alto apunta en estos momentos es Aitor Arraiza: "Quedó subcampeón de España sub'19 el año pasado. Dentro de poco irá al Europeo de la categoría y estamos intentando que empiece a salir internacionalmente para que vaya cogiendo experiencia".

Es ahí donde sus intenciones chocan con la realidad, la falta de recursos económicos: "Estamos empezando a salir fuera a jugar, pero queremos hacerlo más. Estamos esperando a recibir el próximo año una subvención del Gobierno Vasco que por ahora no tenemos. Salimos a jugar por ahí gracias al apoyo que recibimos del colegio, que se vuelca con nosotros, y a la ayuda de las familias de los jugadores".

La donostiarra está disfrutando en su nueva faceta de profesora: "Es un cambio bastante brusco respecto a mi época de jugadora, pero me gusta. Cuando era jugadora ayudaba a varios compañeros. A veces, más que enseñar, aprendo yo. Todos los días se aprende algo nuevo y los entrenadores también pasamos procesos de formación con la Federación".

hizo historia en pekín

Tras los Juegos de 2008, bajó el pistón

Yoana pone a disposición de los alumnos toda su experiencia, culminada con los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde abandonó el anonimato. No solo por su citada victoria ante Erin Carroll, que le hizo ser la primera jugadora estatal en ganar un partido olímpico, sino por la forma en que se clasificó, con ese punto de épica que siempre adorna cualquier historia. Lo cuenta ella misma: "Justo antes de empezar el ciclo olímpico, me rompí el tendón de Aquiles, por lo que tuve que parar varios meses. Después tuve otra interrupción porque me operaron de apendicitis. Antes de lesionarme había llegado a estar en el puesto 42 del ranking mundial, por lo que me habría clasificado para Pekín sin problemas. El sistema es como el del tenis, tienes que defender puntos. Yo no pude hacerlo y bajé hasta el 80, más o menos el ranking con el que entré. El último mes y medio fue una locura. Estuve en Asia y América, todas las semanas viajaba, arrastraba los cambios horarios... en general fue un año muy duro".

La recompensa fue poder disputar unos Juegos Olímpicos: "No tienen nada que ver con ningún otro campeonato. Fue una experiencia increíble. El ambiente es especial, coincides con gente como Nadal que antes solo habías visto en la tele... Además, tuve suerte en el sorteo porque me tocó una jugadora de un nivel algo inferior al mío y pude empezar con una victoria que tuvo mucha repercusión". Su aventura olímpica acabó en segunda ronda tras ser superada por la indonesia Yulianti, pero su marca quedó ahí.

Tras los Juegos, Yoana paró y paulatinamente fue dejando el deporte de elite: "Necesitaba descansar y el año posterior jugué pocas competiciones. Luego había que plantearse volver a empezar un ciclo olímpico, pero no lo vi claro y pensé que lo mejor era tomármelo con más calma. Estuve dos años en el Huesca, 2009 y 2010, jugando la liga nacional". Después le llegó la oportunidad de "volver a casa" y hacerse cargo del centro de tecnificación de Marianistas, el mismo lugar donde empezó a jugar hace 18 años.