Donostia. Tras la tempestad en las mansas pero traicioneras aguas de Portugalete, Urdaibai halló un poso de reparadora calma sobre el oleaje de Lekeitio. Los bermeotarras alcanzaron su tercer triunfo en el Campeonato de Euskadi, tras tenérselas tiesas con Kaiku, esta vez, por suerte, en el agua y no en tierra. Las dos se clasificaron para el estatal, al igual que Hondarribia, tercera ayer.

Tras los duros momentos protagonizados por sus presidentes en Portugalete, el sorteo situó a Kaiku y Urdaibai en las dos mejores calles: la uno y la dos, como la víspera en la ría y también en el Campeonato de Bizkaia sobre el mismo escenario y prácticamente las mismas olas.

El oleaje reivindicó a este deporte, que en julio siempre añora la mar. Como en los campeonatos territoriales, fue una regata de palcas y tiento. A José Luis Korta ni se le pasó por la cabeza botar el último modelo de Amilibia que exhibió en Pasaia y Portugalete. No estaba el día para tomar riesgos. El peligro ya lo extendía la inmensidad del agua.

El enésimo duelo entre ambos botes focalizó la regata. Al otro lado del campo, Hondarribia y Zumaia no pudieron sumarse al espectáculo. A los 400 metros, la Ama Guadalupekoa ya cedía casi dos traineras. La Telmo Deun, aún más. Las vizcainas volaban en el mismo segundo.

Como en el campeonato vizcaino, la Bizkaitarra trató de asomar su proa de brankas, para intentar desactivar a la Bou Bizkaia, pero no pudo. Cabeceó demasiado, y en un par de saltos, a unos 400 metros de la ciaboga, Urdaibai se fue tres segundos. Hondarribia cedía 10 y Zumaia, 16.

Era mucho lo que estaba en juego: el título y, también, el orgullo. Kaiku se rehízo y llegó a la ciaboga casi a la par. Cada palada iba llena de tensión y miradas de reojo a los vecinos. De vuelta no debieron esforzarse mucho para verse. Gorka Aranberrri, espléndido en la popa txo, dirigió su bote hacia la calle uno, como marcaban las olas. En su afán por evitarlo, Asier Zurinaga se pegó a babor. Los gritos de ánimo de ambos patrones interferían en apenas dos palmos, con el juez de mar en medio y solo un segundo favorable a Urdaibai.

En cuanto el GPS detectó a Kaiku sobre la línea imaginaria entre ambas calles, vio la bandera blanca. Un aviso. No llegó el segundo, pero sí la comprensible ira de Zurinaga, que aumentó unas revoluciones ya de por sí desatadas. "¡Nos has jodido el campeonato!", se oyó desde las tostas de la Bizkaitarra. Y fue así, porque, de pronto, descentrados y volviendo a su andén, los de Sestao se descolgaron en doce segundos respecto a Urdaibai, que enlazó dos olas como dos soles. Ahí se acabó la regata. Kaiku quiso, pero no pudo. Una serie a 40 paladas y una ola le acercaron a seis segundos del título, pero nada. De vuelta, volvió a apretar, se acercó a cinco segundos, pero en el último largo Urdaibai se hartó de empopar con una tripulación de lujo: Zulaika, Millares, Polo, Mañas, Pazos, Portularrume, Rúa; Azkue, Zabala, Colunga, Viudez, Elortegi y Toño Montenegro. Solo Hondarribia, fenomenal en el último largo tras sufrir con las olas de proa, les recortó tiempo -acabó a 13 segundos de Kaiku-, mientras Zumaia fue perdiendo fuelle para ser sexta.

En la primera tanda, con algo más de viento, Orio apuntaló su confianza de cara a un hipotético play-off. Acabó cuarta, tras contener la reacción de Lekittarra, en un largo final majestuoso. Los vizcainos se dejaron caer desde la calle cuatro a la dos, se pusieron por delante, pero la Mirotza se manejó mejor con las últimas olas, algo que la Donostiarra solo hizo en el primer largo.

En Galicia, Tirán se llevó el oro por solo dos segundos ante Amegrove.

CAMPEONATO DE EUSKADI - Lekeitio