Ángela, con nombre propio
La menor de los Vilariño ha hecho historia en el automovilismo vasco al ser la primera mujer en ganar un rallysprint
Olaberria. El apellido Vilariño lleva décadas siendo una referencia en el automovilismo vasco. El patriarca del clan, Andrés, ha sido cuatro veces campeón de Europa de montaña y ha ganado innumerables carreras dentro de esta especialidad. Su hijo Ander también ha conquistado el título continental, y, además, ya sabe lo que es ganar sobre los circuitos en las World Series de Nissan y en la Challenge Europea de Resistencia. Hasta hace poco, Ángela Vilariño, la piloto más joven de esta estirpe, era conocida sobre todo por ser la hija de Andrés y la hermana de Ander, a pesar de sumar ya una larga trayectoria en circuitos y en pruebas de montaña y de haberse adjudicado, por ejemplo, la Copa Femenina del Campeonato de Europa de subidas. El pasado 12 de marzo, sin embargo, la piloto de Hondarribia se convirtió en la primera mujer en ganar una prueba absoluta de un Campeonato Vasco de Automovilismo, con excepción de los karts. Y Ángela terminó de hacerse así un sitio en la historia del automovilismo euskaldun. Con nombre propio.
Haciendo historia
"Nunca me ha faltado protagonismo por ser mujer"
La piloto es consciente de que algo cambió cuando el pasado 12 de marzo se impuso en el Rallysprint de Hondarribia, a unos pasos de su casa: "Creo que fue algo importante, primero porque es mi primera victoria en un rally, y este fue solo mi sexto rally cuatro en 2010 y dos en 2011. Y también ha sido importante por el hecho de ser mujer, porque, aparte de las carreras de karting, ninguna mujer en Euskadi había ganado una prueba de este tipo. Y, además, el equipo era íntegramente femenino", ya que su copiloto fue la lezoarra Ainhoa Sarasua.
Ángela considera que "nunca" le ha faltado "protagonismo con eso de ser mujer. Hay gente que lo ve mejor y otra peor. Creo que ya tenía un nombre propio. Siempre me va a quedar ser la hermana de y la hija de, porque mi padre y mi hermano son quienes son. El problema es que la gente crea que por ser quien eres ya lo tienes todo hecho. Unas veces te abre caminos y otras veces te los cierra, o la gente te quiere mal por ser quien eres. Si no ganas no pasa nada porque no molestas a nadie, pero el día que ganas empiezas a molestar. También hay envidias y malos rollos". Por ejemplo, tras su victoria recibió las "felicitaciones de algunos pilotos, como Txus Jaio excampeón estatal de rallys de tierra, de personas a las que aprecio, y de la gente del pueblo. Te hace ilusión que gente importante en el mundo del motor te valore. Pero sé que a ciertos cargos de la Federación Vasca no les ha gustado mi victoria y que se alegraron de que mi hermano se diera un golpe y no pudiera continuar, porque alguno dijo Qué bien, porque así no gana Vilariño, que estamos de que gane hasta el gorro. Más de uno pensaba que tenía vía libre y le dolió encontrarse conmigo, y encima por ser mujer todavía más. Veo que hay gente que ha intentado quitarle mérito. ¿Que esto no es un Campeonato de España? No, pero es el campeonato vasco, que es uno de los campeonatos regionales con más nivel. Al final lo importante es quién ha ganado. Hay gente que no quiere verlo. Por ejemplo, el jefe de prensa de la Federación Vasca puso que Ángela Vilariño ganó en Hondarribia, pero que la carrera fue una debacle porque se retiraron muchos pilotos. ¡Y entre los favoritos solo se retiró mi hermano! Nunca he tenido el apoyo de la Federación. Tampoco lo necesito, no le pido nada y no me duele, pero creo que tendría que valorar más lo que tienen".
A la piloto le han discutido incluso su victoria en la Copa de Europa femenina de Montaña: "Hubo gente que llegó a decir que este trofeo no existe, cuando me lo entregó el propio Max Mosley"el expresidente de la Federación Internacional.
La hondarribiarra cree que han intentado restar relevancia a su triunfo "por un poco de machismo. Al final te pones el casco y somos todos iguales. Hay que valorar tanto al hombre como a la mujer, pero sí que la mujer tiene que hacer un esfuerzo mayor. A mí me han intentado dar golpes por todos los lados, no sé si por ser mujer o por ser hija de o hermana de. Primero estaba mi padre, luego mi hermano y luego he sido yo la petarda que ha llegado en el último momento. Al final, cuando ganas tanto la gente se cansa; no puedes caer bien a todos".
La Saga de los Vilariño
"A veces te dan palos por ser quien eres"
A Ángela no le pesa su apellido: "Estoy muy orgullosa de mi familia. Todo lo que tenemos es gracias a mi padre y a mi madre. Son ellos los que han abierto el camino. Hay momentos en los que te dan palos por ser quien eres, y otras veces te ayudan o te halagan. Venir de esta familia me ha ayudado; tenemos un padre y un maestro que nos ha enseñado. Claro que se te pueden abrir algunas puertas por la trayectoria de mi padre, pero también nosotros somos buenos. Puedes ser hija de quien quieras y ser un paquete".
La menor de los Vilariño reivindica su trayectoria: "No creo que esta victoria sea fruto de la casualidad. En el primer rallysprint de este año me quedé a dos décimas del tercer puesto y fui cuarta, y en Hondarribia quería luchar por el podio".
Ángela "no sabría decir" cuál es su especialidad favorita: "He estado muy a gusto en todo. Los circuitos tienen su encanto, porque vas pegándote con todos. La montaña es bonita porque es al sprint y sales con las pulsaciones a tope; parece que te va a dar un infarto. En el rally son tramos más largos, vas con un copiloto . Los rallys y la montaña me gustan en especial porque notas el calor de la gente y ves al público a pie de carretera". La piloto quiere seguir corriendo el campeonato vasco de rallys y rallysprints y "hacer alguna carrera a nivel nacional, pero todavía no sabemos cual". Hoy mismo, de hecho, prevé competir en el rallysprint de Ñañarri.
La carrera
"Pensé que había que subir al podio como fuera" Ángela recuerda con ilusión su primer triunfo absoluto, al volante de un Subaru Impreza: "En la primera pasada fuimos terceras. Cuando mi hermano se dio el golpe y no pudo seguir me dije Hay que subir al podio, aunque no pensaba ganar. Me imaginaba que alguno se había alegrado de que Ander se diera el golpe o que dijo Que bien que así un Vilariño no gana y puede ganar otro. Apretamos, bajamos siete segundos nuestro tiempo y nos pusimos primeras. En cuanto pasé la meta mi hermano me llamó por teléfono. Me hizo mucha ilusión ganar. Primero, por mi hermano, y luego para demostrar que estoy ahí. Y, además, fue en casa, en Hondarribia. Imagínate".
La carrera, además, supuso su primer triunfo ante su hermano, salvo una manga que ganó hace unos años en la Subida a Jaizkibel: "Aquello era una manga y esto, una carrera, pero si Ander no se hubiera dado el golpe no le habría ganado. En Jaizkibel, la primera manga estuvo seca y la segunda fue en agua, nadie iba a mejorar su tiempo, pero salí como un obús, y acabé segunda en la general". La victoria también fue especial para su padre, Andrés: "En ciertos momentos de mi carrera deportiva lo ha pasado mal, como cuando tuve el accidente, y después de mi primer rally. Fue después del accidente y de la muerte del piloto Lionel Regal y lo hice de pena, y me dieron un montón de palos".
Día a día
Entre la maternidad y el circuito
La vida cotidiana de la hondarribiarra no siempre está ligada al motor: "Algunos días más que otros. Normalmente llevo a la niña al cole, intento hacer un poco de deporte, y luego es el día a día: venir al circuito, preparar cosas Llevo una vida tranquila, más dedicada al mundo del motor y a la familia que a otra cosa. Hay que hacer cosas al coche, hablar con los mecánicos, con mi hermano, calcular la gasolina, los neumáticos, ir a coger notas con el copiloto... Son pequeñas cosas que te quitan tiempo".
Ángela compagina su maternidad con su carrera deportiva: "Lo llevo bien porque tengo la ayuda de mis padres, pero a veces tiene sus complicaciones". La pequeña Aitana ya tiene motos y coches de juguete: "Todavía tiene tres años y es pronto para saber si le gusta esto o no. Por un lado sí me gustaría que fuera piloto, porque vives momentos muy bonitos, pero hay que pasar por muchos momentos malos para tener un día de gloria, y a veces piensas que no merece la pena".
Su actual pareja, Efrén Vázquez, también está ligado al mundo del motor, pero en este caso compite en el Mundial de motociclismo: "El año pasado corrí una carrera de resistencia en el circuito en Motorland y él estaba ahí. Entre sus carreras, sus entrenamientos y los míos no paramos. Pero es bonito compartir una afición en común, aunque una sea de cuatro ruedas y la otra de dos".
Ángela deja al margen la competición cuando va por carretera: "Normalmente voy tranquila, y con la niña todavía más. Además, a la mínima te quitan el carné". El futuro deportivo de la piloto pasa por el campeonato vasco y estatal, en espera de comprobar si el intento de disputar el Mundial de Rallys por parte del equipo familiar da sus frutos. Y es que Ángela continúa dispuesta a seguir imprimiendo su nombre en la historia.